De ese total de avistamientos, seis aparatos fueron derribados por oficiales de la Policía Penitenciaria. Los drones estaban equipados con dispositivos hechizos que soltaban pequeñas cargas para que las recogieran los presos. Algunos objetos que las autoridades lograron incautar luego de que cayeran del aire fueron 22 celulares, baterías, 16 chips, nueve trozos de segueta, manos libres y pequeñas cantidades de picadura de marihuana.

El Ministerio de Justicia reportó que esos vuelos ocurren a toda hora, pero son más frecuentes durante el día, para que el sonido de las hélices se disimule entre el ruido de los vehículos que pasan cerca de la cárcel.

Desde un sitio desconocido, los operadores acercan el dispositivo a la instalación carcelaria. Cuando son vistos por los policías, los drones levantan vuelo. El 27 de enero fue un día con mayor tráfico, pues se reportaron ocho vuelos y decomisaron dos celulares lanzados desde arriba por uno de los aparatos. Asimismo, el 5 de febrero los policías reportaron nueve alertas, de las cuales cinco fueron por dos drones que volaban en simultáneo.

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La directora de la Policía Penitenciaria, Daisy Matamoros Zúñiga, indicó que este movimiento de drones coincide con la llegada de un grupo de presos al Centro de Atención Integral (CAI) Terrazas.

“El CAI Terrazas es el último centro penitenciario que se habilitó en el sistema penitenciario. Tenemos un sobrevuelo constante de drones que portan droga, aparatos telefónicos y armas blancas. Esto en manos de la población penal es parte de un proceso de continuidad delictiva”, declaró Matamoros.

La Policía Penitenciaria confirmó tener acercamientos con Aviación Civil y Vigilancia Aérea del Ministerio de Seguridad para tomar acciones frente a esta actividad.

Práctica reiterada

El uso de drones se ha vuelto más común en los últimos años para meter celulares y droga a las cárceles del país.

El 10 de noviembre del 2021, en el CAI Nelson Mandela de San Carlos, los guardias capturaron un dron que trasladaba marihuana, dos celulares y chips de teléfono. Por este hecho, la Fuerza Pública detuvo a dos sujetos, ubicados a 300 metros de la cárcel, a quienes los oficiales ordenaron aterrizar el dron.

Asimismo, en los alrededores en el CAI Jorge Arturo Montero, dentro del complejo La Reforma, las autoridades detuvieron el 10 de febrero del año anterior a un hombre que manejaba un dron que intentaba meter dos celulares a este centro penal.