La Dirección de Migración y Extranjería inició el miércoles en la noche los trámites para deportar a dos ciudadanos egipcios y dos iraquíes, supuestamente vinculados con la organización yihadista Estado Islámico (EI).
Los extranjeros arribaron a suelo costarricense el pasado 9 de junio, en ruta hacia Estados Unidos. El martes 25 salieron por un paso no habilitado con Nicaragua, el cual es conocido como La Guasimada, en el municipio de Cárdenas, departamento de Rivas, donde los detuvieron oficiales de la Policía Nacional de Nicaragua.
Los egipcios y iraquíes fueron devueltos a suelo costarricense ese mismo día, a las 7:30 p.m., por el puesto fronterizo de Peñas Blancas, en La Cruz, Guanacaste.
En la actualidad están detenidos en el centro de aprehensión para extranjeros en situación migratoria irregular que se ubica en Los Lagos de Heredia.
Los egipcios fueron identificados como Mohamed Ibrahim, de 33 años y Mahmoud Samy Eissa (26); mientras que los iraquíes son Ahmed Ghanim Mohamed Al Jubury, de 41 años, y Mustafa Ali Mohamed Yaoob, de 29 años.
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El miércoles oficiales de la Policía Profesional de Migración procedieron a notificarles la resolución de que serían deportados, debido a su permanencia sin autorización en Costa Rica.
Migración informó de que se están coordinando los trámites de deportación con las embajadas y consulados de los países de origen de los ciudadanos detenidos en un tercer país (México o Guatemala). Ni Egipto, ni Irak cuentan con representación consular en Costa Rica.
Los foráneos habían ingresado a Costa Rica el 9 de junio, como parte del flujo controlado de extarcontinentales que mantienen Panamá y Costa Rica, los cuales se dirigen hacia Estados Unidos.
Cuando las autoridades policiales hicieron las consultas correspondientes con los datos biométricos de esas personas en el sistema de alerta de la Policía Internacional (Interpol), el sistema no reveló ninguna advertencia, según comunicó Migración y Extranjería.
Sin embargo, poco después se emitió un boletín que detalla que esas personas podrían tener nexos con el Estado Islámico, que en su momento tuvo interés en instaurar un califato en territorios de Irak y Siria.
En la actualidad, Migración se encuentra a la espera de un informe que debe emitir la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) en relación con estas personas, para conocer con más detalle la peligrosidad.
Esta no es la primera vez que se alerta sobre la presencia de personas con posible relación a grupos terroristas. En marzo del 2017 se detuvo a un somalí en la frontera con Nicaragua luego de un aviso del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos ( ICE por sus siglas en inglés ), una agencia del Departamento de Seguridad Nacional norteamericana, que indicó que se trataba de una persona presuntamente vinculada con organizaciones terroristas internacionales.
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Anteriormente, en noviembre del 2015, también se había cuestionado el paso de cinco ciudadanos sirios que utilizando pasaportes griegos falsos pasaron por suelo costarricense y luego fueron detenidos en Honduras.