El sonido del fuerte viento entre los árboles o al pasar por los cables del tendido eléctrico seguirá al menos hasta el miércoles, para bajar levemente en la segunda parte de la semana, debido a elevados valores en la presión atmosférica en la cuenca del mar Caribe.
Las ráfagas más altas registradas este lunes llegaron a 102 km/h en La Cruz de Guanacaste y a 100 km/h en el volcán Irazú; sin embargo, en otros puntos también han sido altas, como en el Chirripó con 86 km/h y de 80 km/h en el cerro Buenavista de Pérez Zeledón, mientras que en ciudad Colón superaron a 55 km/h.
Otra particularidad de esta época es la ampliación en ambos extremos del termómetro, pues suelen repetirse valores menores a cero grados Celsius, como los que hubo el domingo en las cimas de los volcanes Turrialba (-0,8 °.C) e Irazú (-0,2 °.C), afirmó Rebeca Morera, del Instituto Meteorológico Nacional (IMN).
Lo anterior porque los cielos despejados permiten que la radiación solar escape más rápido en la noche y entres las 4 a. m. y las 6 a. m. se registran las temperaturas más frías.
Por el contrario, conforma avanza el día y dependiendo de la zona, las temperaturas diurnas también alcanzan valores altos, por ejemplo este lunes entre las 11 a. m. y las 2 p. m. en el Pacífico el termómetro rondó los 38 grados Celsius.
La estación de Mastate en Orotina llegó a 37,8 °C., la de San Mateo de Alajuela estuvo a 37,2 °C y la de Cipancí de Cañas, Guanacaste, alcanzó 36, 1°C; mientras que en el sector peninsular de Paquera, Puntarenas, fue de 36°C y en Ciudad Neily, frontera con Panamá, fue de 33 °C.
Según la meteoróloga Morera, se trata de características muy propias de estos meses averanados en los que las lluvias desaparecen y solo algunos chubascos persisten en las montañas. En marzo suelen darse comportamientos parecidos. En cuánto más alta la región, más frías son las temperaturas. En San José, que está a unos 1.000 metros sobre el nivel del mar, las mínimas rondan los 15 grados Celsius y las máximas son de 24 °C.
El viento hace que la sensación de frío sea mayor en las partes altas, pero a la orilla del mar permite que las altas temperaturas se perciban más frescas de lo que en realidad marca el termómetro.
“Las condiciones ventosas se mantendrán a lo largo de la semana, no obstante, se proyecta una disminución progresiva en la intensidad y frecuencia de las ráfagas en la segunda parte. En cuanto a las lluvias, únicamente se estima posibilidad de lloviznas ocasionales en las montañas durante las tardes”, dijo Morera.
El IMN recomienda tener en cuenta que las ráfagas pueden afectar techos, cableado eléctrico, rótulos, e incluso generar caída de árboles, principalmente en las partes montañosas, así como mar picado en el Pacífico norte, el golfo de Nicoya y el mar Caribe.
Se pide a la ciudadanía evitar todo tipo de quemas y fogatas pues, ante las condiciones ventosas, fácilmente pueden salirse de control.
Eólicas generan más
Las ráfagas aumentan la generación eléctrica con viento en comparación al resto de meses del año. De acuerdo con el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), las plantas operan dentro de un rango mínimo y máximo de velocidad del viento. El establecido es entre 18 kilómetros por hora y 90 kilómetros por hora. Si los vientos están por arriba de los 90 kilómetros por hora, las unidades se frenan para proteger sus componentes mecánicos, de modo que en lugares como Bagaces y Tilarán, a veces suelen detenerse en estas épocas del año.
La mayor generación de esta energía limpia se da entre diciembre y marzo, siendo febrero el mes más intenso. En la actualidad la energía obtenida del viento representa el 12,55% de la generación bruta de Costa Rica, informó el ICE, entidad que posee la planta eólica Tejona, en Montecristo de Tilarán, mientras que el resto son operadas por la Compañía Nacional de Fuerza y Luz así como por entes privados y algunas cooperativas de electrificación rural.