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La Niña dará paso en marzo a una fase neutra que va a prevalecer hasta agosto, por lo que no se vislumbran fuertes variaciones climáticas en relación con el 2021. Foto: Jeffrey Zamora.
El fenómeno de la Niña, que provoca más lluvias de lo normal en varias partes del país, estuvo vigente en los primeros meses del 2021 y luego regresó de octubre en adelante, eso permitió un caudal de agua muy positivo que benefició al sector agropecuario y permitió la recarga de acuíferos necesarios para uso residencial, generación eléctrica y otros.
Para este año, la previsión del Instituto Meteorológico Nacional (IMN) es que dicho fenómeno, que se caracteriza por un incremento en las precipitaciones en el litoral Pacífico y el Valle Central y un déficit en el Caribe y la zona norte, se mantenga hasta marzo, eso podría significar que no haya racionamientos de agua en el verano y que la temporada de huracanes no sea tan intensa.
Según Karina Hernández Espinoza, del IMN, en marzo el país entrará a una fase neutra, sin fenómenos atmosféricos severos que se extenderá posiblemente hasta agosto y luego podría dar paso al fenómeno de El Niño (donde predomina la sequía), pero serán posteriores análisis los que permitan determinar si ese pronóstico se va consolidando.
Aunque el año pasado e inicios de este La Niña ha sido débil, su influencia permitió retrasar durante el 2021 la salida de la estación lluviosa en la mayor parte del territorio. Las precipitaciones hicieron que lagos como el Arenal y otros de represas hidroeléctricas alcanzaran los niveles adecuados.
En el mapa de lluvia acumulada del año pasado, se nota la influencia de La Niña, pues el Caribe norte tuvo algunas regiones más secas de lo normal, lo mismo que algunas partes de la penínsulas de Nicoya y de Osa. El resto del país estuvo dentro de lo normal, con varias regiones que mostraron superávit tales como los cantones de Turrialba, Talamanca, Parrita y Tilarán.
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Los parches verdes muestran las zonas donde hubo superávit de lluvias, mientras que los café corresponden a una merma durante el año pasado. La zona gris se mantuvo en rangos normales. Imagen: IMN.
Sin faltante de agua
Durante el 2021 hubo siete meses deficitarios de lluvias en la región Caribe (febrero, junio, agosto, setiembre, octubre y diciembre) mientras que en el Pacífico norte fueron mayo y noviembre. En el Pacífico sur fueron los últimos tres meses del año, sin embargo el acumulado general de lluvias anual fue positivo, pues otras regiones tuvieron lluvias por encima del promedio.
En virtud de lo anterior, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) informó que de este año, al igual que durante el 2021, no aplicará racionamientos en el suministro de agua y más bien ya cuenta con pozos nuevos para abastecer la creciente demanda.
Cuando un año tiene la influencia de La Niña, eso contribuye con una mayor cantidad de ciclones tropicales. En el 2020 hubo 31, la mayor cifra desde que se tienen registros y el año pasado estuvo levemente por encima del promedio con 21, de ellos siete llegaron a la categoría de huracán, pero ninguno tuvo influencia en nuestro país.
El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) disturbio de donde surge el Fenómeno de El Niño o de La Niña, aporta entre un 30 y un 40 % de influencia en cada temporada. Cuando prevalece La Niña, la tendencia es a que hayan más ciclones y lo contrario ocurre en la fase de El Niño. Para el inicio de la temporada de ciclones de este año, que es en junio, se prevé que estemos en una fase neutra, explicó Roberto Vindas, meteorólogo del IMN.
Vindas afirmó que este año se espera una transición normal a la estación lluviosa pues para ese tiempo (abril y mayo) ya estaríamos en la fase neutra del ENOS. La periodicidad de La Niña varía entre cinco y ocho años, intercalándose con eventos neutrales y de El Niño, pero a veces suele repetir como ocurrió el año pasado y algo similar sucedió en el 2008.
En el océano Pacífico, La Niña se manifiesta como un enfriamiento o disminución de las temperaturas así como un régimen de vientos alisios más fuertes. Se declara su afectación cuando la temperatura en el agua del Pacífico ecuatorial es 0,5 grados Celsius menor al promedio, mientras que El Niño surge cuando hay calentamiento en las aguas.