
El cuerpo de Kevin Kirby, de 27 años, fue hallado sin vida el pasado 1.° de octubre en las cercanías de un río, en Hatillo 8, con golpes en las costillas y heridas por arma blanca. Dos días más tarde, agentes de la sección de Homicidios del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), allanaron una vivienda en la comunidad de María Reina, con el objetivo de identificar rastros de sangre y evidencia importante para esclarecer el caso.
Este lunes, Randall Zúñiga, director de la Policía Judicial, indicó que dentro de la vivienda allanada, los agentes hallaron las paredes lijadas, así como evidencia de que los sospechosos intentaron limpiar la escena del crimen. A pesar de ello, afirmó Zúñiga, fue posible extraer muestras biológicas que están en estudio para determinar si corresponden a Kirby.
Aunque inicialmente se especuló que el móvil del crimen estaría relacionado con un vehículo Ford Raptor Ranger, valorado en ¢30 millones y propiedad del joven, el director del OIJ indicó que esa no sería la línea más fuerte de la investigación.
En apariencia, dice, la hipótesis se inclina a que los sospechosos habrían intentado sustraerle una cantidad importante de dinero, ya que lo percibían como una persona de altos ingresos. El hecho de que no lograron sustraerle el dinero habría llevado a su muerte.
Zúñiga agregó que se encuentran a la espera de los resultados de las pruebas para generar una hipótesis final.
Durante el allanamiento efectuado en María Reina, se informó que la sospecha de las autoridades policiales, es que Kirby fue llevado a esa zona el mismo día que desapareció, luego de un engaño perpetrado por dos personas.

Desaparecido
Kirby estuvo en una actividad familiar el domingo 28 de setiembre, pocas horas antes de desaparecer. Partió y pronto perdió contacto con sus allegados, quienes lo buscaron desde entonces sin tener respuesta.
La Nación conversó con un amigo cercano de Kirby, quien prefirió mantener su identidad protegida. Pese a que afirmó desconocer los detalles de lo que pasó ese domingo, lo recuerda como una persona noble, con un alma activa, gentil y bondadosa.
“Siempre estaba a disposición de otros, para ayudarlos, para buscar soluciones, para ayudar a sus amigos y a su familia”, dijo.
“Siempre estaba feliz. Era alguien con quien uno podía hablar horas y horas de cualquier tema. Él buscaba compartir, intentaba que el momento en el que uno estuviera con él se sintiera bonito (...) Ahora son recuerdos que nos van a estar acompañando”, agregó.