
Cuatro policías de Fuerza Pública habrían ayudado a la organización criminal aparentemente liderada por Michael Quesada Meléndez, alias Shaggy, a simular operativos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) para asaltar a víctimas y privarlas de libertad en vía pública.
Así lo indica el expediente judicial del Caso Los Leones, en el que se investigan varios hechos delictivos, entre ellos el presunto reclutamiento de policías por parte del grupo criminal para un hecho ocurrido el 19 de diciembre del año 2019.
Los oficiales mencionados laboraban en la delegación policial de La Uruca y son de apellidos Ramírez, Torres, Abarca y Flores.
De acuerdo con las pesquisas, en el hecho participaron un hermano de Shaggy llamado Maikel Camacho Meléndez, alias Mongo (quien fue asesinado en una finca en Turrubares en diciembre del 2022), y un sujeto de apellidos Leitón Ordóñez, conocido como Yiyi.
Mongo y Yiyi se hicieron pasar por agentes del OIJ, con el objetivo de retener y despojar de sus pertenencias a las víctimas, “utilizando para ello la colaboración de varios oficiales de la Fuerza Pública”, precisa el documento judicial al que tuvo acceso La Nación.
Aunque policialmente se habla de que esta estructura criminal simulaba operativos del OIJ para robar droga a bandas rivales (lo que se conoce como tumbonazos), en ninguno de los casos descritos en el legajo se menciona la sustracción de estupefacientes.
El expediente detalla que, antes de las 8:20 p. m. del 19 de diciembre del 2019, los cuatro policías, en acuerdo con Mongo, Yiyi y otros seis hombres, idearon un plan delictivo encaminado a privar de su libertad a dos ofendidos de apellidos Beltrán y Esquivel, así como despojarlos de sus pertenencias. Habrían participado otros oficiales que no han sido identificados.
El expediente explica que, para lograr ese plan, los policías interceptarían a Beltrán en vía pública, a quien le harían creer que actuaban en conjunto con oficiales del Organismo de Investigación Judicial.
Uso de patrullas de la Policía
De acuerdo con el documento judicial, los policías se dirigieron hacia Sabana norte, en San José. Utilizaron las patrullas 1591 y 3979 de la Delegación de la Fuerza Pública de La Uruca.
Asimismo, Leitón Ordóñez viajaba como conductor de un vehículo marca Kía Río, color gris, sin placas metálicas de circulación, en compañía del imputado Camacho Meléndez y un sujeto más, de calidades ignoradas.
El texto describe que, a las 8:20 p.m., los policías Torres y Flores interceptaron el vehículo del agraviado frente al restaurante Rostipollos, estando en su periodo laboral.
“Le realizaron la señal de alto al agraviado y le exigieron a la víctima detener el automotor en el que viajaba”, indica el legajo.
El documento agrega que el hombre, al ser abordado, manifestó a los oficiales Torres y Flores que portaba un arma de fuego, “acción ante la cual los encartados alimentaron sus armas de reglamento para amedrentar a la víctima”.
Mientras eso ocurría, dos sujetos desconocidos, con el rostro cubierto con pasamontañas descendieron de un Toyota Four Runner, negro, se acercaron al ofendido, lo sujetaron del cuello y “le aseguraban ser oficiales del Organismo de Investigación Judicial y mediante el uso de la fuerza física, trataban de introducirlo dentro del automotor color negro, mientras la víctima se resistía a la acción ilícita”.
El expediente precisa que los oficiales de la Fuerza Pública, “permanecieron vigilantes en el lugar, mientras el ofendido Beltrán era abordado por los coencartados, con el fin de privarlo de su libertad”.
Policía Municipal frustró plan
La aparición espontánea de dos oficiales de la Policía Municipal de San José frustró el ataque del que era objeto Beltrán, ya que al observar lo ocurrido, los municipales creyeron que iban a apoyar a sus colegas ”al considerar que se trataba de una aparente colisión de vehículos y una posible riña entre los conductores".
Sin embargo, cuando vieron a los agentes “ajenos a la acción ilícita que ejecutaban, el imputado Maikel Noel Camacho Meléndez huyó corriendo del sitio, adentrándose en el Parque Metropolitano la Sabana”.
Eso motivó que uno de los desconocidos que iba en el Toyota Four Runner, abordara y robara el carro del ofendido Beltrán, el Toyota Corolla blanco, ante lo cual fueron seguidos “por la unidad policial 1591 en la que viajaban los coencartados Torres Soro y Flores Monge”, agrega el expediente.
Minutos después, precisa el informe, llegaron al lugar oficiales del Grupo de Apoyo Operacional (GAO), quienes siguieron a los imputados en fuga y a la unidad policial 1591, “mientras los ocupantes de este último automotor detonaban sus armas de fuego”.
El carro del ofendido Beltrán fue ubicado al costado oeste del Parque República de El Salvador, en Sabana este, sobre la acera y colisionado contra un poste del tendido eléctrico, mientras que el vehículo Four Runner lo encontraron abandonado cerca de ahí “con siete impactos de bala”, concluye el relato de ese primer evento.
Segundo asalto en Pavas
El expediente detalla que esa misma noche, del 19 de diciembre del 2019, en una hora muy cercana al primer hecho, pero frente al centro comercial Plaza Mayor, en Rohrmoser, Pavas, un hombre de apellido Esquivel circulaba en un Toyota Corolla, azul, en sentido, este‐oeste, junto a dos hombres y una mujer, apellidados Esquivel, Rojas y Esquivel (respectivamente), los que fueron abordados por dos unidades de la Fuerza Pública, cuyos oficiales les solicitaron sus documentos de identidad.
Casi al mismo tiempo, aparecieron varios sujetos desconocidos, quienes viajaban a bordo de un vehículo marca Toyota, negro, todoterreno, y de un auto Toyota Yaris, gris, de los cuales descendieron al menos dos hombres que tenían el rostro cubierto con pasamontañas, “quienes aseguraban ser oficiales del Organismo de Investigación Judicial, y de seguido, privaron de su libertad a los ofendidos Esquivel y Rojas, a quienes introdujeron dentro de uno de los automotores descritos y les cubrieron sus rostros con un tipo de ‘saco’”, relata el documento.
El expediente agrega que luego despojaron al agraviado Esquivel de su teléfono celular y sus documentos personales, le exigieron la contraseña del teléfono y horas después, dejaron a los afectados en la vía pública, cerca de Tibás.
De esa modo, los sujetos despojaron a los ofendidos de sus pertenencias y su vehículo ”el cual horas después fue localizado en abandono, en la zona de Pavas, diagonal al edificio de la Defensa Pública”, puntualiza el expediente sobre este segundo evento.
Hasta el momento, ningún oficial ha sido detenido por esta investigación.
El 25 noviembre pasado, el OIJ ejecutó 31 allanamientos simultáneos en los que fueron detenidos ocho sujetos, entre ellos alias Shaggy, señalado como líder de la organización criminal Los Leones dedicada al tráfico de drogas, la legitimación de capitales y múltiples hechos violentos.
Shaggy tomó el control de la ciudadela León XIII en Tibás, tras la caída en 2020 de Dennis Iván Cabrera Espinoza, alias Manzanita, sentenciado en 2024 a 40 años de cárcel por narcotráfico y lavado de dinero.

