
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) confirmó que investiga de oficio las discrepancias en el control de fentanilo y morfina en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), tras una orden sanitaria del Ministerio de Salud que evidenció un aparente descontrol de estos fármacos, debido al nuevo sistema contable ERP-SAP.
Ante consultas de La Nación, Randall Zúñiga, director del OIJ, confirmó la apertura del expediente, sin especificar cuál sección tiene a cargo su trámite.
La investigación policial se abrió este miércoles, luego de que el Ministerio de Salud emitiera la orden sanitaria MS-DRPIS-2330-2025 del 11 de setiembre, dirigida a Mónica Taylor, presidenta ejecutiva de la CCSS, donde se documentan discrepancias significativas entre las recetas registradas en la plataforma y los medicamentos psicotrópicos entregados a los pacientes.
Las irregularidades fueron detectadas durante una inspección hecha por Salud en el Hospital México, donde se evidenció un descontrol en el manejo de sustancias controladas que podría implicar desvío de medicamentos.
En el caso específico del fentanilo, la inspección reveló diferencias entre los registros del sistema y las entregas reales, por ejemplo, se registraron 31.500 entradas de fentanilo en el sistema ERP-SAP, mientras que únicamente se entregaron 10.500 unidades, es decir hay un desfase de 21.000 unidades de este potente opioide.
En cuanto a la morfina, los inspectores encontraron una carga duplicada en ampollas que resultó en un faltante de 1.100 unidades en el inventario oficial. Durante la inspección que hizo Salud, también se detectaron casos de duplicación y triplicación de recetas en el sistema.
Advertencia para el país
El fentanilo es un opioide sintético considerado hasta 100 veces más potente que la morfina y está clasificado como sustancia controlada debido a su alto potencial de abuso y riesgo de sobredosis fatal.
Pese a que los estragos del opioide no han llegado a Costa Rica, todavía, autoridades de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), le expresaron sus preocupaciones de que ello ocurra en no muy largo plazo, al subdirector del OIJ, Michael Soto, durante un reciente encuentro en Nashville, Tennessee.
Los funcionarios antidrogas reiteraron que el país debe preocuparse por los precursores, mismo llamado que hicieron a los representantes de Centroamérica. “Ningún país reportó precursores, ningún país reportó el consumo masivo, sino que mucho está relacionado con las ampollas médicas”, añadió Soto, en relación con el robo de esos químicos en hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Las autoridades sanitarias han ordenado a la CCSS implementar medidas correctivas inmediatas, para garantizar el control adecuado de estos medicamentos mientras se esclarecen las causas de las discrepancias detectadas.