La habilidad y el ingenio de ciertos sujetos que intentan meter droga en las cárceles no deja de sorprender. Esta vez, la pericia de un policía penitenciario fue fundamental para frustrar el ingreso de aparentemente cocaína, oculta entre las hojas de un rollo de papel higiénico.
Según indicó el Ministerio de Justicia y Paz (MJP), el incidente tuvo lugar el pasado lunes en el Centro de Atención Institucional (CAI) Terrazas, en Alajuela, durante la inspección de una encomienda destinada a un recluso.
El descubrimiento se documentó y comunicó a la Dirección de Adaptación Social. Además, el caso fue remitido a las autoridades judiciales para su investigación y el sospechoso, cuyo apellido no trascendió, quedó a las órdenes de la Fiscalía.
Ese mismo día, pero en el Centro de Atención Institucional (CAI) Vilma Curling, en Desamparados, fue detenido un funcionario penitenciario a quien le decomisaron 185 gramos de aparente marihuana. El hombre, que trabajaba en la cocina, llevaba tres envoltorios ocultos en los zapatos.
Según Justicia, con él ya son 19 los funcionarios penitenciarios procesados por ingresos ilegales de sustancias: 16 policías y tres empleados administrativos, en los 20 meses de la actual administración.

Más casos de intentos de ingresos
Estos no son los primeros incidentes por ingresos de sustancias ilícitas en el arranque del 2024. El 4 de enero pasado, un visitante del Centro de Atención Institucional Carlos Luis Fallas, en Pococí de Limón, intentó introducir cocaína y marihuana ocultas en bolitas de queso, un aperitivo conocido por su tamaño reducido y color naranja.
Según el director de la Policía Penitenciaria, Nelson Barquero, en esa ocasión se descubrió que 86 bolitas de queso contenían dosis de cocaína y marihuana, sumando un total de 9,70 gramos de cocaína y 6,50 gramos de marihuana. Barquero hizo un llamado a los visitantes a cumplir con las reglas y evitar involucrarse en actividades ilícitas.
En ese mismo centro penal, pero en agosto del año anterior, una oficial penitenciaria intentó ingresar droga camuflada en una caja de leche. Aunque no tuvo éxito, este acto se suma a una serie de artimañas utilizadas para eludir los controles y acceder a sustancias prohibidas dentro de las instituciones penitenciarias.
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