:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/UKTEKKZI7JBZLMVD3D7UWWJB6Q.jpeg)
En las propiedades en Platanares de Pérez Zeledón crecían las matas entre cultivos de café. El OIJ detuvo a tres sujeros con cuatro armas de fuego y decomisó las matas, semillas y droga procesada. Foto: OIJ.
En medio de unas matas de café, los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) encontraron 120 plantas de marihuana en Los Angeles de Platanares, de Pérez Zeledón.
Dos hermanos de apellidos Naranjo Mena, de 49 y de 51 años, así como un sujeto apellidado Espinoza Marín, de 62 años, fueron presentados ante la Fiscalía como sospechosos de cultivo, almacenamiento y venta de marihuana.
Luego de cuatro meses de investigación, las agentes del OIJ comprobaron que los sujetos tenían las matas entre cafetales y en dos viviendas procesaban la droga que vendían en esa zona y puntos cercanos.
Así las cosas realizaron diligencias con la Fiscalía para realizar allanamientos en dichas propiedades, donde se comprobó el ilícito negocio.
La Policía decomisó unas 110 matas de tamaños variados, muchas de ellas de casi un metro de alto. Asimismo, en una de las viviendas habían recipientes con semillas de esa droga, así como puchos de esa droga lista para alistar cigarrillos, un revólver, una pistola, una carabina y una escopeta con municiones para cada tipo de arma. Las armas no estaban inscritas y los sujetos no tenían derecho de portación al día.
En otra habitación hallaron dinero en efectivo que al parecer es producto de la venta de droga, así como una motocicleta que fue denunciada como robada en el OIJ de Osa. Al revisarla tenía alteradas las señas y marcas.
Por último, se decomisaron dos gorras de las usadas por la Fuerza Pública. Los detenidos ahora serán procesados por infracción a la ley de psicotrópicos, cuyas penas van de 8 a 15 años de cárcel.
La localidad rural donde se realizaron los allanamientos el viernes queda unos 25 kilómetros al sur de San Isidro.
El director interino del Organismo de Investigación Judicial, Randall Zúñiga, dijo recientemente que la gran cantidad de marihuana que llega al país, así como la de cultivos locales, genera luchas entre pandillas que redundan en el aumento de homicidios en el país y que poco a poco se extienden a zonas rurales.
Cultivos en zona rural
Días atrás, en Sardinal de Carrillo, Guanacaste, una pareja de canadienses fue detenida por la Policía de Control de Drogas como sospechosa del ilegal cultivo de marihuana en ambiente controlado y su producción, almacenamiento y distribución.
Esa vez se determinó que en esta propiedad se localizaba un refugio para animales que era usado como mampara para el ilegal negocio.
Además de los canadienses se detuvo a un tico, que era parte del grupo delictivo. En la propiedad donde se estaba desarrollando el cultivo de marihuana contaban con contenedores debidamente equipados y acondicionados para que la droga creciera en ambiente controlado y oculto.
LEA MÁS: Pareja canadiense cultivaba marihuana de ‘alta calidad’ en refugio de animales en Guanacaste
Los extranjeros detenidos son de apellidos Philbrick y su cónyuge de apellido Baterman, así como un costarricense, de 30 años, de apellido González, con expediente por tenencia de drogas e infracción a la ley de licores.
Se les decomisaron 169 plantas, cuatro armas de fuego, cuatro cargadores, cinco cartuchos, 182 municiones, más de ¢2 millones y $7.802.