El cabecilla de la banda de Alejandro Arias, alias Diablo, en Guanacaste, fue detenido este viernes a las 4 a. m. en Nambí de Nicoya, Guanacaste, luego de un operativo de la Fiscalía adjunta de Santa Cruz y agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ.
Según fuentes policiales, el hombre, de apellido Blanco, de 28 años, es conocido como Barney y era el máximo representante de alias Diablo, en aquella provincia. Fue capturado junto a tres hombres apellidados Rodríguez (24 años), Rodesco (22) y Barrantes (23), quienes, en apariencia, se encargaban de brindarle servicios de seguridad.
El OIJ confirmó que, al momento de su detención, en la vivienda allanada se incautaron de cinco pistolas, un rifle de asalto, un revolver, ocho celulares, $75, ¢1.955.000, cocaína, marihuana y crack.
La causa contra Barney y el grupo aliado a Diablo se sigue por privación de libertad, narcotráfico, legitimación de capitales, extorsión a comercios de la zona (posible cobro de peajes) y préstamos gota a gota. La misma se abrió en noviembre del 2024, luego de que una persona denunciara que había recibido amenazas y sufrido amenazas, por parte de esta banda, para obligarlo a vender estupefacientes.
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La presencia de células de Diablo en Guanacaste no es reciente. En un reportaje publicado por este medio en agosto del 2024, Elder Monge, director regional de la Fuerza Pública, atribuyó el incremento de los homicidios en Nicoya a la filtración del grupo de Diablo a mediados del 2023.
Desde entonces se sugiere que esta banda entró en disputas por el control del territorio para el narcotráfico con la organización de un sujeto de apellidos Rojas Matarrita, conocido como Caca’e Mono, quien permanece en prisión en la actualidad.

Caca’e Mono, de 33 años, es originario de Pococí, Limón y desde los 25 años se asentó en Nosara. Su nombre resonó con más fuerza en julio del 2023, cuando se le vinculó con la masacre de cuatro vendedores de ollas en playa Garza, quienes fueron acribillados en un vehículo.
Luego de días en fuga, considerado en aquel momento, uno de los hombres más buscados del país, Caca’e Mono fue detenido el 31 de ese mismo mes en La Trinidad de Aserrí por el OIJ.
Por otro lado, Diablo, de 40 años, es prófugo de la justicia desde el 2019. Él inició sus operaciones en Pococí de Limón, donde se le vinculaba con robo de ganado, pero posteriormente se le asoció con homicidios, amenazas y narcotráfico. Con los años, extendió su poderío a Sarapiquí, San Carlos y varios sectores de Guanacaste, como Santa Cruz, Filadelfia y Nosara. Actualmente, es uno de los hombres más buscados por las policías del país.
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