El líder narcotraficante Keylor Jacob Cole Kelly, conocido como Gato Cole, pidió que lo sacaran de la cárcel al alegar que las dos sentencias que pesan sobre sus hombros fueron basadas supuestamente en un falso testimonio y en prueba ilícita.
Su mano derecha, conocido como César Mauricio Valverde Córdoba, también hizo la misma petitoria. Ambos suman condenas de más de 30 años por cuatro tentativas de homicidio.
Los alegatos de los condenados están plasmados en dos solicitudes de revisión de sentencia planteadas el año anterior ante la Sala de Casación Penal. No obstante, dichas petitorias, que trascendieron hasta ahora, fueron declaradas inadmisibles por los magistrados a finales del 2020.
En una de las dos solicitudes, el abogado particular de ambos, cuyo nombre no trascendió, señaló los yerros que, a su criterio, hay en la sentencia 13-2017 de enero del 2017 del Tribunal Penal de Limón y con la cual condenaron a Cole a 14 años de prisión y a Valverde a 12 años. Ambos, por dos delitos de tentativa de homicidio.
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Allí se juzgaron hechos ocurridos el 14 de diciembre del 2013 en barrio Cangrejos de Limón, en donde los ofendidos eran unos hermanastros, de apellidos Offer Rojas y Núñez Rojas.
Según la resolución Nº 01583 - 2020 del 27 de noviembre del 2020 de la Sala Tercera, el defensor aseguró que el testigo estrella de la Fiscalía brindó un falso testimonio, debido a que supuestamente el ente fiscal le prometió ventajas procesales en otros procesos judiciales, si él testificaba en contra de estos involucrados.
Acotó que esa declaración fue fundamental para que los jueces sentenciaran a Cole y a su cómplice.
“Si se suprime esa declaración ya no habría forma de relacionar su presencia (de los señalados) en el lugar de los hechos”, apuntó el abogado.
Aunado a eso, el defensor mencionó que existen nuevos testimonios de personas que estuvieron en el sitio y que “revelan la falsedad de aquella deposición”.
Según dijo, estos testigos, quienes hicieron declaraciones juradas, acudieron a él para “liberar su conciencia”.
“Por medio de la (nueva) prueba que se trae a este procedimiento, se acreditará que toda la deposición brindada por (el testigo estrella) en la fase de juicio se encontraba viciada por la presión del órgano fiscal”, reseñó.
Por ello, el abogado pidió que se declarara la absolutoria y se ordenara la libertad de forma “inmediata” de Cole y su socio.
No obstante, los magistrados declararon inadmisible el asunto, ya que, según apuntaron en la resolución, los puntos expuestos por el demandante no calzan en ninguno de los supuestos establecidos para pedir una revisión de sentencia.
“Una lectura integral de la demanda de revisión permite concluir que, además del ofrecimiento de prueba nueva, lo que los revisionistas exhiben es una disconformidad con la valoración probatoria efectuada por el a quo (el juez de sentencia).
“Sobre este punto debe recordarse que, en tesis de principio, los cuestionamientos atinentes a la fundamentación del fallo son propios de las fases ordinaria (recurso de apelación de sentencia) y extraordinaria (recurso de casación) de impugnación, no así de resorte de la revisión de sentencia”, recalcaron los altos jueces en su fallo.
Segunda demanda de revisión
Esa no fue la única sentencia que Gato Cole y su principal socio quisieron traerse abajo. También lo intentaron con una que les dictaron en mayo del 2018 en el Tribunal Penal de Limón, cuando los declararon culpables de intentar matar a dos miembros de una banda narco rival.
Por esos hechos, ocurridos el 3 de octubre del 2016 en el barrio La Colina, en Limón, los condenaron a 24 años de cárcel cada uno por las agresiones a Jeffry Ugalde Odio y Elías Ventura Estrada, integrantes del grupo criminal de Dinier Estrada Jiménez, alias Ojos Bellos.
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Estos intentos de homicidio ocurrieron apenas un día después de una balacera en playa Cieneguita, que fue orquestada por Ojos Bellos para matar a integrantes de la banda de Gato Cole. El tiroteo dejó como saldo cinco personas muertas, cuatro de ellas víctimas inocentes.
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La declaración de Ugalde fue considerada la principal evidencia para sentenciar a Gato Cole y Valverde Córdoba. Por el grado de riesgo, a él le tomaron una declaración como anticipo de prueba, pero igual, durante el juicio volvió a declarar.
En la demanda de revisión por ese fallo, el abogado de ambos reseñó que lo declarado por Ugalde varió durante el proceso y que eso no fue tomado en cuenta por el Tribunal a la hora de resolver.
“En la declaración rendida en el centro médico, refirió no haber observado a las personas que le dispararon. Posteriormente, en el anticipo de prueba dice que sí observó a las personas e inculpó a los acusados. Finalmente, en el debate varió su versión y negó la participación de los acusados”, expuso el abogado, según la resolución Nº 01215 - 2020 del 25 de setiembre del 2020 de la Sala Tercera.
Para los solicitantes, lo anterior imposibilita conocer con certeza cuál es la versión verdadera de Ugalde y, “pese a ello, se le otorgó validez al anticipo de prueba”.
En cuanto a esto, el abogado tiene dos reclamos puntuales. El primero es que en la declaración rendida en el anticipo de prueba no se le garantizó a Ugalde el derecho de abstenerse a testificar, pese a que lo que podía decir podía “autoincriminarlo” en la causa penal por la balacera de Cieneguita.
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“Al hacerse el anticipo jurisdiccional de prueba sin que se le realizara esa prevención al testigo se violentó su derecho de abstención, lo que genera que la prueba sea ilícita”, aseguró el defensor de Cole y Valverde.
El segundo reclamo es la inclinación del Tribunal hacia la declaración rendida en el anticipo de prueba y no a la que dio en el propio juicio.
Según la resolución de Sala Tercera, el abogado expuso: “Se considera que se vulneró el principio de oralidad, debido que las declaraciones rendidas en debate son la pieza medular que permite resolver cada caso concreto, las que tienen prevalencia sobre cualquier otro elemento de prueba incorporado al expediente”.
Luego de analizar lo dicho en la demanda de revisión, los magistrados también la declararon como inadmisible, ya que recalcaron que los reclamos hechos no se ajustan a las causales que debe atender esa Sala, según lo dispuesto por el legislador.
“Del estudio del expediente se determina que las circunstancias expuestas en esta sede fueron reclamadas por la defensa en la fase de impugnación, propiamente mediante el recurso de apelación de sentencia, las cuales fueron declaradas sin lugar por parte del Tribunal de Apelación de Sentencia de Goicoechea (...) luego de que constataran que no concurrían los vicios alegados.
“Resulta claro que, al obtenerse un resultado desfavorable en dicha etapa procesal, se pretende convertir a la revisión de la sentencia en una instancia más del proceso penal, lo que es improcedente por tratarse de un procedimiento especial que solo es factible ante las circunstancias expresamente dispuestas por ley”, señalaron los jueces en su resolución.
Por lo tanto, hasta el momento, las sentencias de Valverde y Gato Cole se mantienen invariables.