
“Disculpen el desorden”, dijo Shaggy cuando se vio rodeado de un grupo de agentes tácticos que allanaron su casa la madrugada del martes en la ciudadela León XIII, en una especie de búnker atiborrado de cámaras y colindante con el río Virilla, en Tibás.
Aunque pudo haber escapado hacia el cauce del río, Shaggy, de 38 años, no opuso resistencia y se disculpó con los oficiales cuando se descubrió en uno de los aposentos más alejados de la calle, con ropa tirada en el piso, una 9 milímetros en la mesa de noche y varias pastillas.
Pese a que es considerado el sucesor de Dennis Iván Cabrera Espinoza, alias Manzanita, sentenciado el año pasado a 40 años de cárcel por narcotráfico y lavado, Shaggy estaba solo.
Cerca de la cama había un fusil de asalto AR-15 con municiones sueltas, pero no había nadie que estuviera atento al centro de monitoreo con una pantalla de 70 pulgadas y decenas de cámaras que le permitían a Shaggy vigilar, desde cientos de metros, cuando se acercaban sus rivales o la policía.
Este martes no fue así y cuando abrió los ojos, en la oscuridad de las 4 a. m., estaba rodeado.
“Tranquilos, yo sé que son policías, me preocupaba que fuera otra gente”, dijo el supuesto cabecilla a los agentes del Servicio Especial de Respuesta Táctica (SERT).

El relevo de Manzanita
A Quesada Meléndez las autoridades le seguían la pista desde hace cuatro años, poco después de la caída de su aliado Manzanita. Al grupo que supuestamente comandaba se le asocia con narcotráfico, lavado de activos, robo agravado y 22 homicidios, documentados en el expediente del Caso Los Leones, en alusión a la comunidad donde se afincaron.
Al cierre de los 31 allanamientos en Heredia, Cartago, Coto Brus, Pavas y León XIII, los agentes detuvieron a doce personas, incluido Shaggy. Por ejemplo, en San Isidro de Heredia cayó Andrey Hernández Aguilar, alias Neney, uno de los cabecillas de la organización, quien fue detenido por agentes de la Unidad Especial de Apoyo (UEA).
Además, se decomisaron armas de fuego como AR-15, pistolas, munición para arma de fuego, ¢25 millones en efectivo, vehículos de alta gama y joyas.
Según el informe de la Fiscalía Adjunta Especializada contra la Delincuencia Organizada, este grupo se estableció en el Valle Central desde el 2021, cuando se dedicó a cometer asaltos en contra de otras bandas criminales dedicadas al tráfico de drogas.
Precisamente, el director interino del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Michael Soto, aseveró que la estructura acostumbraba a dar tumbonazos (robos de droga) a otras estructuras y esa sería otra razón por la que Shaggy temía ser atacado.
Otra fuente allegada al caso agregó que no se descarta que incluso le habían tumbado droga a un grupo delincuencial mexicano.
En el expediente, donde se contabilizan los homicidios, también se incluye la desaparición de Tifany María Montano Aragón, ocurrida en diciembre de 2022, en Cinco Esquinas de Tibás. Esa causa continúa en investigación.


‘Paso empastillado’
Fuentes cercanas al expediente saben que Quesada Meléndez tiene problemas para dormir y ese desvelo no es en vano. “Paso empastillado”, le dijo a los oficiales este martes por la madrugada.
En su condición de cabecilla sabe que es un posible objetivo de sus enemigos, y ya ha vivido graves pérdidas entre su círculo cercano.
El 14 de febrero de 2022 en la ruta 27, a su paso por Atenas, un niño de casi tres años, el tercero de los cuatro hijos de Shaggy, murió en un ataque armado que iba dirigido contra su papá.
Poco mas de un año después, en diciembre 2023, un hermano de Quesada Meléndez, conocido como Mongo, fue asesinado durante una fiesta en una finca en Turrubares de San José, donde perecieron tres hombres.
Este medio conoció que Montano fue una de las participantes de ese festejo. Ella desapareció pocos días después de que regresó de Turrubares.
Además, en un video musical que en apariencia hace alusión al grupo de Shaggy, se ven múltiples fotografías de otros “guerreros”, como se autodenominan, presuntamente fallecidos en disputas con otros grupos narco.
Al mediodía, la Fiscalía confirmó que los detenidos responden a los apellidos Quesada Meléndez, Hernández Aguilar, Ávila Brenes, Serrano Vargas, Salazar Hernández, Cambronero Brenes, Umaña Calderón, Hidalgo Quesada, Monge Estrada, García Méndez, Segura y Rojas.
Todos quedaron a las órdenes de los fiscales para la declaración indagatoria y luego se fijará la fecha de audiencia para la solicitud de medidas cautelares.
Durante la investigación, los agentes reunieron evidencia de que la organización habría legitimado dinero producto de la venta de drogas mediante minisupermercados, ventas de lotería, una empresa de fumigación y compra y venta de vehículos de alta gama.
Uno de ellos sería un Range Rover, placas BTT078, valorado en ¢25 millones que utilizaba el cabecilla, pero que aparece registrado a nombre de una sociedad de responsabilidad limitada.
Además, en la casa de Shaggy, una llamativa construcción de tres pisos y que resalta entre la alameda de casas humildes, las autoridades encontraron una caja fuerte donde había dinero en efectivo y joyas y múltiples símbolos de guerreros espartanos.

Aunque había cambiado su domicilio electoral a Candelaria de Palmares, y tenía casas de seguridad en Heredia, Quesada se seguía sintiendo más seguro en Tibás y ahí pasaba la mayoría del tiempo y la refrigeradora llena de comida daba cuenta de ello.
Sobre la mesa de noche quedó una pesada cadena de oro y una chapa con un bajo relieve de Leónidas, el rey de Esparta. Shaggy permaneció en silencio durante toda la diligencia, que concluyó con su traslado a celdas, poco antes de las 10:30 a. m.
“Es un tipo educado, contrario a lo que se pudiera pensar”, concluyó una fuente cercana a la investigación.
Colaboró en esta información Vanessa Loaiza.

