Una compra controlada le permitió a las autoridades detener este lunes a tres sujetos implicados en una red de venta de metanfetaminas cristalinas en Costa Rica. Se trata del segundo decomiso de este tipo de droga en menos de un mes, lo que enciende las alarmas sobre un incremento del consumo de sustancias sintéticas de alto poder adictivo y destructivo.
Las detenciones de dos costarricenses de apellidos Herrera y Morales y un colombiano, apellidado Cuesta, ocurrieron en vía pública, en las cercanías de Walmart, en Tibás y en San Francisco de Dos Ríos. En los vehículos requisados se decomisaron 48 kilos de metanfetaminas conocidas como cristal o ice, según confirmó el fiscal adjunto, Mauricio Boraschi.
Manuel Jiménez Steller, viceministro de Seguridad, agregó que uno de los detenidos ticos tiene antecedentes penales por tráfico de drogas y el extranjero permanece en el país en condición migratoria irregular.
La droga venía empacada en cajas plásticas transparentes, en presentaciones de un kilo, aproximadamente.
Se trata del mayor cargamento de cristal documentado en el país, superando al alijo decomisado el 11 de abril pasado, cuando dos allanamientos en Plaza González Víquez y Guadalupe de Goicoechea concluyeron con 24 kilos y cinco detenidos.
Boraschi sostiene que les preocupa la penetración de este tipo de droga, altamente adictiva y con graves consecuencias físicas y mentales. “Su consumo excesivo puede causar convulsiones, paro cardiorrespiratorio e incluso la muerte”, advirtió el mes pasado.
Los decomisos de este lunes son derivados de trabajos especiales que han venido realizando agentes de la Policía Control de Drogas, con el apoyo de la DEA (Administración de Control de Drogas de Estados Unidos), la Fiscalía Adjunta de Narcotráfico y Delincuencia Organizada y la Unidad Especial de Apoyo del Ministerio de Seguridad Pública.
Según precisó el fiscal, una investigación específica llevó a este otro caso, por lo que, con dirección funcional del Ministerio Público, se ordenaron vigilancias y seguimientos y se realizó una primera compra controlada de droga en días anteriores. Un kilo de cristal puede rondar los $5.000 (¢2,5 millones).
Droga de bares, fiestas y jóvenes
La metanfetamina cristalina, conocida como cristal, ice o glass es un estimulante sintético altamente adictivo. Su nombre está asociado a su apariencia, pues se ve como pequeños fragmentos de cristal de color blanco.
Un documento informativo del Departamento de Justicia de los Estados Unidos explica que el cristal se consume debido a los efectos eufóricos de larga duración que produce. Causa taquicardia, sed excesiva y ahogos. Se fuma en pipas semejantes a las que usan los consumidores de crack, aunque también puede inyectarse. “Los usuarios que fuman o se inyectan la droga de inmediato experimentan una intensa sensación seguida de una euforia que puede durar 12 horas o más”.
Su consumo es frecuente en bares y fiestas electrónicas y es habitual que se comercialice más entre población joven.
El mes pasado, durante el primer decomiso, Mauricio Boraschi hizo un llamado urgente a los padres de familia para que estén atentos a señales en sus hijos. “El cristal cuesta mucho superarlo. En centros de atención de adicciones en México, el 95% de los pacientes están internados por esta droga. En Costa Rica no podemos esperar a que nos desborde”, advirtió.