
Cada día, en Costa Rica, una persona denuncia ser víctima de extorsiones relacionadas con asuntos sexuales, también conocidas como sextorsiones.
Ese dato se traduce en 379 denuncias entre el 1.° de enero y el 10 de noviembre anterior, según las estadísticas de la Unidad de Análisis Criminal de la Oficina de Planes y Operaciones (OPO), del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
¿Quiénes son los más afectados por las sextorsiones?
Por grupo etario, los jóvenes entre los 18 y 29 años lideran la cifra de denuncias con un total de 166, seguida de la población entre los 30 y 39 años (83 casos).
A nivel geográfico, San José es la provincia en donde ocurren la mayor cantidad de este tipo de hechos (218). Otro dato que reveló la Policía Judicial es que en ocho de cada diez casos, la víctima es hombre (307), contrario a las 72 denuncias presentadas por mujeres.
No obstante, estas cifras puede ser mucho mayores ya que, según las autoridades, es muy frecuente que en hechos como estos, las personas eviten denunciar por vergüenza de ser expuestas.
De acuerdo con el subdirector del OIJ, Michael Soto, la mayoría de las extorsiones nacen de la misma información que comparten los individuos en redes sociales. “Las estructuras criminales ven un nicho para poder lucrar con esto. En muchas de estas, el modo de operar es muy sencillo: se generan visitas a páginas web de dudosa procedencia o contactos entre dos personas que se conocen por las redes sociales, y empiezan a compartir fotografías íntimas”, añadió el jefe policial.
Óscar, nombre ficticio que usamos para proteger la identidad de un vecino de Alajuela, quien fue víctima de esta mafia, contó a este medio que en cuestión de semanas llegó a pagar más de ¢500.000 tras hacer contacto vía Facebook con una supuesta mujer interesada en salir con él, cuando en realidad era un ciberdelincuente que lo extorsionó a cambio de no hacer pública información sensible.
“Me dijo que tenía que ver cómo hacía yo para depositarle más plata, porque ya tenía fotos íntimas mías y que si no (le depositaba), me iba a quemar” (hacer públicas las imágenes), recordó el ofendido.
Tanto el OIJ como expertos en delitos informáticos insisten en que nunca se debe compartir contenido íntimo mediante Internet, ni mucho menos con desconocidos, y en caso de ser objeto de una sextorsión lo recomendable es bloquear al delincuente y dejar de pagarles.
“Se debe bloquear y cortar de inmediato comunicación con el agresor y avisar a los círculos cercanos, especialmente si el entorno laboral o familiar ha sido mencionado por los extorsionadores", recomendó el abogado Adalid Medrano, quien se especializa en esta materia.

