En la madrugada del domingo 31 de agosto, Ginnette Sabina Martínez Loaiza estaba en las afueras de la discoteca Don Juan, en el centro de Limón, cuando dos sicarios dispararon indiscriminadamente. Los asesinos iban por un hombre en particular, pero asesinaron también a Ginnette y dejaron otras cuatro personas malheridas.

Según el Organismo de investigación Judicial (OIJ), en el sitio donde ocurrió la balacera recolectaron 24 casquillos de arma de fuego calibre .40. Cuatro de las balas impactaron a Ginette, quien tenía 34 años.
La mujer, quien era vecina de Cieneguita, tenía dos hijos de 12 y 17 años quienes practican judo en la Asociación Deportiva de Judo Yarigai Caribe, agrupación que lamentó el deceso de Martínez, al igual que el Comité Cantonal de Deporte y Recreación de Limón.
El OIJ confirmó que el objetivo del ataque armado era un hombre identificado como Alexander Sevilla Briones, de 47 años, quien era vecino de Barra del Colorado, en Cariari de Pococí, y al parecer estaba de paso en la zona,.
“En el evento, los sujetos de la motocicleta disparan en múltiples ocasiones, le quitan la vida al sujeto que era el objetivo en apariencia, pero fallece una femenina que la tenemos en este momento como una víctima colateral más, lamentablemente”, explicó el subdirector del OIJ, Michael Soto.
De acuerdo con los datos de la Policía Judicial, a esta fecha se reportan 25 víctimas colaterales de ataques que, en su mayoría, responden a conflictos entre grupos criminales. Ocho de los fallecimientos corresponden a mujeres, lo que iguala la cifra de femeninas muertas por esta causa en la misma fecha del año pasado.
Este es el segundo caso en menos una semana en que fallece una persona ajena a conflictos entre delincuentes, ya que el jueves 28 de agosto en Quepos, Puntarenas fue asesinada otra joven madre de dos menores.
El informe policial señala que Alexander Sevilla Briones recibió 14 impactos en distintas partes del cuerpo. Producto de la lluvia de balas, cuatro personas que tampoco tenían que ver con el objetivo de la agresión sufrieron heridas y fueron llevadas al Hospital Tony Facio.
Al momento en que los sicarios dispararon de forma indiscriminada, había un grupo de entre 60 y 80 personas al frente de la discoteca.