
El sismólogo Esteban Chaves, del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori-UNA), explicó que los dos sismos percibidos el martes y el miércoles tuvieron orígenes distintos, pero ambos están relacionados con la dinámica de la placa de Cocos.
“El martes (21 de octubre) por la noche, a las 9:57 p. m., se registró un sismo de magnitud 6,2, percibido por prácticamente toda la población (con epicentro en Quepos). Este evento se originó en el proceso de subducción de la placa del Coco por debajo de la placa Caribe, en la zona de contacto entre ambas”, detalló Chaves.
El experto recordó que esta región es “una de las zonas más tectónicamente productivas de Costa Rica”, donde se genera desde microsismicidad hasta eventos moderados o fuertes.
El segundo movimiento, con epicentro en Osa, ocurrido la noche del miércoles 22 de octubre a las 9:43 p. m., tuvo una magnitud de 5 y se originó a una profundidad aproximada de 57 kilómetros, dentro de la propia placa del Coco.
En este caso, el sismo no ocurrió en el contacto entre placas. “Cuando la placa se subduce por debajo de Costa Rica, se dobla, y al doblarse se fractura. Entonces, una de estas fracturas es la falla responsable de haber generado el sismo de la noche de ayer", explicó el sismólogo.
Chaves indicó que, hasta el momento, no se han registrado réplicas significativas del primer sismo. “Posiblemente, las réplicas son tan pequeñas que su energía se atenúa rápidamente y no alcanza la superficie, por lo que las estaciones sísmicas no las detectan”, añadió.
El sismólogo hizo un llamado a la preparación ciudadana ante la alta actividad sísmica del país.
