Las víctimas del triple homicidio que trascendió el 22 de junio pasado en Pijije de Bagaces, Guanacaste, eran de origen nicaragüense, confirmó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
El crimen ocurrió dos kilómetros al este del bar El Yugo, camino a la parcela Las Cañitas. Dos de los cuerpos fueron encontrados adentro de un vehículo quemado, y el tercero estaba semicalcinado afuera del mismo.
Uno de los tres cuerpos ya había sido identificado en julio por la Policía Judicial como Manuel Salvador Cerda Rosales, cuyo cadáver era el que estaba a algunos metros del automóvil.
Un segundo fallecido fue identificado como Yelson Enrique Gago Díaz, reportado como desaparecido el 25 de junio por el OIJ y visto por última vez tres días antes (el mismo día del crimen) en los Anonos de Escazú. Un medio nicaragüense vinculó a Gago con el tráfico internacional de drogas, sin embargo, esto no ha sido confirmado por autoridades costarricenses.
La tercera víctima es un hombre de apellidos Corea Mejía, cuyo primer nombre no trascendió.
Estas dos identidades fueron brindadas por el OIJ este miércoles ante consulta de este medio. La institución detalló que los cuerpos fueron identificados gracias a marcadores genéticos, es decir, por medio del análisis de la secuencia de ADN de cada uno realizado en Medicatura Forense.
El OIJ aún no ha divulgado la búsqueda de sospechosos ni el posible móvil de este triple homicidio.
El crimen había sido reportado la mañana del 22 de junio al 9-1-1. Cuando los Bomberos se desplazaron al lugar y apagaron las llamas, localizaron los cuerpos, por lo que de inmediato coordinaron con las autoridades judiciales.
Como parte de las diligencias, un día después del hallazgo de los cadáveres, la Policía Judicial allanó una casa ubicada dentro una finca, a 800 metros de donde se localizaron las víctimas.
En la casa, que es un contenedor adaptado con todo el menaje de una casa, los agentes judiciales encontraron rastros de sangre y un arma de fuego. Estas evidencias, además del automotor, son parte de los indicios analizados y cuyos resultados se incorporaron al expediente en el que se sigue la causa.
El OIJ indicó en aquel momento que se desconocía a quién pertenece la propiedad; sin embargo, algunos vecinos dijeron que en el contenedor vivía un hombre, que, al parecer, se encargaba de su cuido.
“El lugar es custodiado por agentes policiales en busca de pistas que permitan esclarecer el caso, se localizaron algunos artículos que ahora forman parte de la investigación, por el momento no es posible brindar mayores detalles para no entorpecer el proceso”, señaló el OIJ luego de la diligencia.
Pocas semanas después, la noche del 9 de julio, ocurrió otro crimen múltiple en Guanacaste con víctimas nicaragüenses. Este hecho sucedió en Huacas de Santa Cruz, donde al menos tres hombres irrumpieron de forma violenta en una casa donde estaban cinco personas, acribillándolas y asesinándolas en el sitio.
Los fallecidos eran cuatro hombres y una mujer, todos trabajadores de construcción, identificados como Miguel Jarquín Cardoza, cuya edad no trascendió, Pedro Hernández Cardoza, de 42 años, Amparo Cardoza Orozco (55), Isidro Orozco Loáiciga (29) y Jonathan Cardoza Rivas (25). Según información difundida en medios, ellos no eran el verdadero objetivo de los gatilleros.
Por estos homicidios quedaron arrestadas dos personas: López Bolívar, de 24 años, alias 23, quien es oriundo del Cocal de Siquirres, Limón; y Rojas Valverde, de 21 años y oriundo de Pocora Norte de Guácimo, Limón. Un tercer sospechoso se dio a la fuga.