Toma ilegal para robo de combustible salía del plantel de Recope en Moín

La Nación tuvo conocimiento que este martes por la noche, luego de que las autoridades recibieran información confidencial, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) logró detener a dos sujetos que estaban extrayendo combustible gracias a esta toma ilegal. Al parecer, los sospechosos sabían que este martes llegaba barco al puerto y aprovecharon para ingresar al plantel en horas de la noche.

Trascendió que los implicados ingresaron al plantel y estaban cargando un cisterna cuando fueron descubiertos por agentes de la Policía Judicial. Además de los detenidos, las autoridades se incautaron de dos vehículos: un pick-up y el cisterna, que estaba cargado con 34.000 litros de gasolina regular.

El vehículo de carga, al parecer, solo lo utilizaban para mover la herramienta y la pesada manguera con la que ordeñaban el poliducto. Los sujetos, cuyas identidades no trascendieron, quedaron a las órdenes del Ministerio Público.

A la 1 a. m. del miércoles la Refinadora divulgó un comunicado de prensa del presidente ejecutivo de la entidad, Juan Manuel Quesada, quien confirma, sin dar detalles, las detenciones, ocurridas a eso de las 10:30 p. m.

“Este trabajo ha sido un éxito, gracias a las labores del personal especializado de Recope y a la coordinación interinstitucional que hemos tenido con el OIJ de San José y el Ministerio Público desde meses atrás”, declaró el jerarca, quien agregó que además de las detenciones, se decomisaron varios camiones.

Según datos de la Refinadora, en promedio, por año, la entidad pierde ¢2.000 millones por el robo de combustibles. Organizaciones del crimen organizado estarían asociadas a estas sustracciones, según confirmó el propio presidente de la entidad.

Precisamente, el 13 de setiembre pasado, un derrame de combustible desde un camión cisterna fue la causa de un gigantesco incendio que destruyó una propiedad de unos 600 metros cuadrados en Limón y expuso el robo de hidrocarburos en la provincia.

Trascendió en aquel momento, que esta emergencia fue provocada por una organización dedicada a la sustracción de combustibles, muchos de ellos para el abastecimiento del narcotráfico.

Además de la edificación, se quemaron siete vehículos livianos, dos cabezales, un furgón, cuatro cureñas (carretas para tráileres) y la cisterna. Un hombre de unos 30 años sufrió quemaduras en el 60% de su cuerpo y fue trasladado grave al Hospital Tony Facio y de ahí a un centro médico en la capital.

El diésel y la gasolina de avión figuran entre los combustibles más apetecidos. La última porque se utilizaría en las avionetas de grupos dedicados al narcotráfico.

En Costa Rica, la extracción ilegal de carburantes se pena hasta con 15 años de prisión. Esta sanción es igual a la que impone el artículo 213 del Código Penal para el delito de robo agravado.