La Sección de Delitos Varios del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) recibió en el año pasado 300 denuncias, solo en San José, por amenazas derivadas de compras en Internet, con un promedio de 25 acusaciones por mes. En lo que va del 2022, se registran 160 en la capital, por lo que se proyecta que se cierre con una cifra similar a la acumulada en 2021.
Este tipo de ilícitos son más usuales de lo que parecen. Daylon Umaña Guzmán, oficial de investigación de Delitos Varios de la Policía Judicial, explicó que hay meses en los que se reportan hasta 70 casos por amenazas. Entre las víctimas de esta estadística se encuentran vendedores, compradores e incluso los trabajadores de plataformas digitales, que se encargan de repartir los productos derivados del comercio en Internet.
Según explicó Umaña, normalmente los delincuentes contactan a un vendedor, crean confianza y negocian la compra de un producto. No obstante, a la hora de cancelar, no depositan el dinero, envían un comprobante falso y comprometen al repartidor a recoger el artículo que no pagaron. Al no poder recoger el producto, los trabajadores de plataformas se convierten en víctimas, pues el supuesto comprador conoce el número de placa, la plataforma para la que trabaja y su nombre.
“Hemos detectado algunos de los casos que cuando la persona no realiza este tipo de entrega del artículo y el conductor cancela, posteriormente, ha sido contactado por estas personas, las cuales también le generan algún tipo de intimidación o amenaza, le indican que tiene que solicitar el artículo porque ‘ya lo pagó'”, relató el oficial.
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Sin poder recoger el producto, el repartidor de la plataforma se convierte en otra víctima, pues el supuesto comprador conoce el número de placa, la plataforma para la que trabaja y su nombre. (Jose Cordero)
Otra de las consecuencias para los repartidores es el gasto de combustible al trasladarse a un lugar a realizar un viaje por el que no será remunerado. Según Umaña, al notar estos comportamientos de los clientes, los repartidores deben alertar a los vendedores de que podrían sufrir una estafa o amenaza.
Por otro lado, el oficial hizo un llamado para que los repartidores que entregan en reiteradas ocasiones artículos en lugares sospechosos, que no tienen rótulos comerciales, den aviso a las autoridades mediante la línea 800–8000–645.
¿Cómo evitar caer en una amenaza o estafa?
Por su parte, los vendedores también deben blindarse contra las amenazas, por lo que, de acuerdo con Umaña, es importante tomar las siguientes medidas:
- Si detecta algo sospechoso en el comprador, bloquéelo inmediatamente.
- No brindar información de más, que no sea necesaria para vender el producto.
- Verificar que el dinero ingresó correctamente en la cuenta bancaria.
- Mejorar la privacidad de las redes sociales y evitar tener fotos con familiares de manera pública.
- No enviar direcciones de viviendas ni fotos de documentos de identificación.
- Establecer un punto de encuentro en un lugar público, como un centro comercial, o cerca de una delegación policial.
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