Una sala colmada de gente escuchó la declaración de Marvin Alonso Brenes Oviedo este viernes por la mañana.
Él es el único sospechoso del feminicidio de su esposa Miriam Andrea Fernández Vallejo, quien murió en el Hospital San Vicente de Paúl el 29 de marzo del 2018.
Desde el miércoles anterior se informó de que el hombre brindaría su declaración ante los jueces del Tribunal Penal de Heredia y después respondería preguntas de las partes involucradas.
A las 8:50 a. m. los jueces Guillermo Ampié Bonilla, Maureen Sancho González (quien preside) y Guillermo Arce Arias dieron por reanudado el juicio y a los minutos Brenes se sentó en el estrado.
Comenzó contando cómo conoció de Andrea y la forma en la que evolucionó su relación.
El publicista, quien vestía una camisa blanca con rayas azules, siguió un orden cronológico y, poco a poco, detalló a los jueces la forma en la que pasaron del amor a las agresiones.
Aseguró que en sus tres relaciones previas a la que tuvo con Fernández nunca había afrontado una situación de este tipo, pero que él “tenía esperanza” de que las cosas “iban a cambiar”.
Narró que primero hubo agresiones verbales entre ambos y, posteriormente, llegaron los golpes en el 2016, porque él cambió la contraseña de su teléfono celular.
“Ella me dijo: ‘Hijuep..., malp..., sino me da la contraseña no me bajo del carro’, luego me pegó una cachetada y yo le dije: ‘Hijuep..., bájese de mi carro’. Ella se bajó y cuando yo llegué a mi casa comenzó a llamarme. Le pedí tiempo y después de no hablar como por una semana ella me llamó del celular de mi hermana, me dijo que volviéramos, que estaba arrepentida de lo que hizo y volvimos”, detalló Brenes.
El sujeto, de 25 años, insistió en que era Fernández quien lo golpeaba y él lo único que hacía era agarrarle los brazos para evitar las agresiones.
“Ella (Andrea) y Dios saben que yo nunca le pegué (...). Yo a Andrea la voy a amar por el resto de mi vida”, afirmó Brenes.
Describió que al enterarse de que iban a ser padres se asustaron, pero también se llenaron de felicidad. Tras analizar las posibilidades que tenían, mencionó que decidieron casarse e irse a vivir a casa de los padres de la muchacha.
Sin embargo, destacó que lejos de mejorar, la relación empeoró y las agresiones verbales se hicieron más constantes entre ambos.
“Cuando ella lograba que yo entrara en un estado de enojo me grababa (...), se me lanzaba encima y me golpeaba, yo le agarraba las manos y luego ella se tomaba fotos para compartirlas con sus amigas”, aseveró Brenes.
Breve mejoría
Brenes insistió en que en una ocasión Fernández lo golpeó con un taco en la nariz, para que él no asistiera a un partido de fútbol, por lo que luego de eso decidió separarse de ella.
Después del nacimiento de hija de ambos, la pareja retomó el contacto y, según el sospechoso, la relación mejoró. No obstante, la armonía no duró mucho y el 25 de diciembre del 2017 tuvieron un nuevo enfrentamiento.
En esa ocasión Fernández lo golpeó con una imagen de la Santa Cena en la frente, por lo que él le pidió que mejor pusieran un régimen de visitas.
En febrero del 2018, se realizó una audiencia, ya que la muchacha había denunciado a Brenes por agresión; sin embargo, en aquella ocasión decidió no seguir con la demanda y, un mes después, en marzo, ella le escribió al hombre, fue entonces cuando decidieron irse a vivir juntos a una cabaña ubicada en San Francisco de San Isidro de Heredia.
29 de marzo del 2018
Al relatar lo ocurrido el 29 de marzo del 2018, un Jueves Santo, Brenes insistió en su inocencia y dijo que ese día no solo perdió a su esposa, sino también todo contacto con su hija.
“Yo a Andrea no la maté, esa es la verdad. No he podido dejar de soñar con ella, todos los días sueño con ella y a mi bebé, desde entonces, solo la he visto en pantallazos que mis amigos me enseñan”, aseveró Marvin.
Mencionó que ese día Andrea bañó a la niña y, luego de entregársela, se bañó con música cristiana.
Después de 20 minutos, contó que él detuvo la música y escuchó que la caída del agua no era normal. Tras llamar a su esposa y no obtener respuesta se asomó por una ventana, la vio como “sentada" en la bañera.
"Abrí la puerta del baño con un cuchillo, la vi con los ojos abiertos, pero pálida, tenía una cortada en la ceja y otra en el labio, no respondía. Intenté sacarla de la bañera, pero no pude, me puse a llorar, a dar gritos, pedí ayuda e intenté sacarla de nuevo, como no pude la agarré de los brazos y la arrastré (...).
"Le hice maniobras de reanimación y no respondía, llegó la Cruz Roja y yo estaba en estado de shock, después soporte avanzado y ahí el doctor dijo que había respondido, por lo que la llevaron al hospital (...).
“Ese día comenzó una pesadilla para mí (...), tengo 18 meses de estar preso injustamente, soy inocente”, recalcó el hombre, quien ha sido señalado como sospechoso de feminicidio.
Durante la tarde de este viernes solo la Fiscalía realizó consultas a Brenes, quien manifestó que el día de la muerte de Andrea la familia de ella lo señaló, seguramente, porque la muchacha “se golpeaba sola, se daba cachetadas, y luego compartía las fotos".
En medio de las consultas de la representante del Ministerio Público, Patricia Núñez Alvarado, Brenes se mostró molesto en al menos una ocasión, pero siguió respondiendo las preguntas que le hicieron.
Se prevé que el próximo lunes el imputado responda consultas de los abogados de la familia de Fernández, así como también de su defensor.
Información actualizada a las 7:34 p. m. con más declaraciones.