Un niño de 4 años murió en la balacera ocurrida la noche de este miércoles en el parqueo de un centro comercial de Desamparados, confirmó este jueves el Organismo de Investigación Judicial (OIJ). En ese ataque también falleció acribillado un hombre identificado como Gustavo Alonso Hernández Granados, de 30 años, quien al parecer es el papá del menor.
El niño fue trasladado con una lesión en la cabeza a la Clínica Marcial Fallas, donde fue declarado muerto poco después de su ingreso, mientras que Hernández murió en el lugar de la balacera.
La versión preliminar del OIJ es que Hernández, vecino de Desamparados, estaba con otros miembros de su familia en el centro comercial. Cuando se dirigía hacia su vehículo, al ser las 8:58 p. m., unos hombres se bajaron de un carro blanco, le dispararon varias veces y le impactaron en su cabeza, abdomen y tórax. En el sitio del ataque, los investigadores recolectaron al menos 31 casquillos de 9 milímetros y diez balas.
Según el Ministerio de Seguridad Pública, el hombre de 30 años tenía antecedentes por robo agravado, amenazas agravadas y por portación ilícita de arma permitida, este último antecedente registrado el 7 de junio de este año.
Asimismo, la Policía Judicial reportó que en Calle Fallas de Desamparados, agentes encontraron quemado el vehículo que se habría usado para cometer el crimen, a unos dos kilómetros del centro comercial Expreso, donde ocurrió el hecho.
Aunque en otros medios y en redes sociales circuló que el hombre había usado al niño como escudo frente a los balazos, el OIJ indicó que dicha versión no coincide con la información manejada hasta ahora por los investigadores.
“De momento se hizo una minuciosa inspección de la escena del suceso, y se están haciendo las investigaciones pertinentes para determinar con exactitud lo ocurrido y dar con el paradero de los sospechosos”, indicó la oficina de prensa del OIJ.
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Cruel recuento
Este es el segundo fallecimiento de un menor de edad por impacto de bala en cuestión de dos semanas. El pasado 6 de setiembre una niña, también de 4 años, murió de un disparo en la cabeza en medio de una aparente discusión entre dos de sus hermanos en una casa de Purires de San Pablo de Turrubares, San José.
La Cruz Roja que detalló que luego de resultar herida, la menor fue trasladada por una persona en una motocicleta. Cuando la ambulancia topó al vehículo particular, frente a un centro educativo de Piedades de Barbacoas de Puriscal, la pequeña ya se encontraba sin vida.
La Fiscalía de Puriscal confirmó días después que dos jóvenes de apellidos Castro Mora y Sandí Mora son investigados por el delito de homicidio culposo en perjuicio de la niña. La Fiscalía detalló que solo Castro Mora cumplía con medidas cautelares alternas a la prisión, que consisten en presentarse a firmar una vez al mes, no mantener contacto con testigos y no permanecer cerca de las fronteras de salida del país.