La Fiscalía Adjunta de Santa Cruz pidió 37 años de prisión contra un hombre de apellido Rovira Vargas, principal sospechoso del feminicidio de María Fernanda Quesada Gutiérrez, ocurrido en marzo de 2022 en Garita Nueva de Tamarindo, Santa Cruz, provincia de Guanacaste.
De acuerdo con el órgano acusador, la solicitud se desglosa en 35 años de cárcel por un delito de feminicidio y dos años más por incumplimiento de medidas de protección, pues el crimen sucedió luego de que Rovira violara las medidas que la víctima le había impuesto.
Según la Fiscalía, el esposo de Quesada, Rovira Vargas, llegó a la casa de la víctima y la apuñaló en la cabeza y la espalda, causándole la muerte en el sitio.
Poco después del asesinato, el sospechoso, de 40 años, intentó escapar, pero fue detenido por oficiales de la Fuerza Pública cuando conducía su vehículo por San Pedro de Santa Cruz, a 26 kilómetros de distancia de donde se registró el crimen.

En el momento en que ocurrieron los hechos, Rovira tenía impedimento de acercarse a la víctima, de 28 años, luego de que lo denunciara por violencia doméstica. De acuerdo con la Fiscalía Adjunta de Santa Cruz, contra el hombre existían dos causas, una por presunta violencia doméstica y otra por supuesto incumplimiento de medidas de protección.
El Juzgado de Familia de Santa Cruz precisó que a favor de la víctima existían medidas de protección por un plazo de un año. Ese periodo comenzó a correr en diciembre de 2021, según el Observatorio de Violencia de Género contra las Mujeres y Acceso a la Justicia del Poder Judicial.
María Fernanda Quesada Gutiérrez, quien era oriunda de Tilarán, Guanacaste, y madre de dos niños de dos y nueve años, estaba casada con Rovira desde el 6 de abril de 2019. El menor de sus hijos era fruto de la relación entre ambos.