Gerardo Soto Mora, comerciante de 74 años que permanecía en fuga desde el 29 de setiembre del 2020, tras ser condenado a 10 años de prisión por defraudación fiscal de ¢380 millones, fue capturado este lunes. El sujeto se encontraba recibiendo atención médica en una clínica privada ubicada en Guadalupe, cuando fue detenido.
Al igual que Soto Mora, también estuvo en fuga su hija, Éricka Soto Navarro, condenada por el mismo delito a 10 años de prisión. No obstante, ella se entregó en el Tribunal Penal de Goicoechea el pasado martes 2 de noviembre, acompañada por su abogado.
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El comerciante formaba parte de un grupo de seis personas relacionadas con una empresa familiar dedicada a la importación de ropa, por medio de la cual durante los años 2001 y 2002 obtuvieron, al parecer, un beneficio patrimonial antijurídico, después de inducir a la Administración Tributaria a un error.
En el 2004 se abrió la investigación dentro del expediente el 04–000022–0618–PE. Trece años después, el 4 de octubre del 2017, el Tribunal Penal de Goicoechea dictó la sentencia de diez años en contra de los implicados.
Según aseguró el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), las seis personas sentenciadas ya fueron capturadas y se encuentran descontando sus respectivas penas, de 10 años de prisión cada uno. Soto Mora era el último en fuga.
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