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Los socios de la empresa Busetas Heredianas Sociedad Anónima acudieron a una acción “cuasi militar” para tomar control de la compañía y así sacar a su presidente, denunció José Pablo Badilla, abogado de dicha empresa.
El violento movimiento, en el que participaron más de diez hombres armados, ocurrió a eso de las 7:20 a. m. de este domingo en las instalaciones ubicadas en Heredia.
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Producto del ingreso forzado tres hombres resultaron con golpes, pero solo uno de ellos requirió ser llevado, en condición verde, al Hospital San Vicente de Paúl.
Un día después de ese altercado, Badilla confirmó a La Nación que la acción fue liderada por uno de los socios, apellidado Víquez.
Según explicó, los socios de esa empresa son dos hermanos, de apellido Víquez; otros dos hermanos, apellidados Garita, otro sujeto identificado con el apellido Lara y el último es un hombre de apellidos Ramírez.
Desde hace 15 años, Ramírez ejerce no solo la presidencia de la Junta Directiva, sino que también es quien administra la compañía, informó el abogado.
Esa situación causa molestia en el resto de los socios, quienes mantienen procesos judiciales para quitar ese poder a Ramírez, agregó Badilla.
“Entre Ramírez y este grupo de socios ha habido denuncias penales en uno y otro sentido. Básicamente esos socios acusan o accionan a Ramírez porque dicen que él se ha dejado la empresa y que tiene menos acciones que el resto (...) Esas denuncias están pendientes ante la Corte.
“Entonces, ¿qué tenían que hacer esos socios? Esperar que un juez se pronuncie y diga quién tiene la razón y que diga quién tiene que irse de la empresa. Como los jueces aún no lo han definido, hacen ese movimiento cuasi militar y se meten a la empresa y encañonan a todo el mundo.
“Es decir, yo entiendo que vivimos en una sociedad muy complicada, muy llena de violencia, pero tomar el poder por sus propias manos y arrinconar la seguridad para entrar es bastante delicado. El administrador (Ramírez) tuvo que entrar con la Policía para sacarlos”, relató.
¿Cuál era el fin?
Para Badilla, el objetivo de este grupo armado era hacerse con el control de la empresa para lo cual llegaron en dos autos: uno liviano y una buseta.
Se bajaron más de diez hombres con arma en mano y algunos, incluso, llevaban hasta chaleco antibalas.
Inmediatamente ingresaron y encañonaron a los tres miembros de seguridad que estaban en ese momento en las instalaciones.
Tomaron la caja chica, que tenía más de ¢12 millones, equivalentes a cerca de cuatro días de pasajes, reprochó el abogado.
“La impresión mía, como abogado de la empresa, es que es un acto muy reprochable y repudiable, ya que el hecho de que estos socios hayan entrado a la empresa con esa violencia, puso en riesgo a un montón de personas.
“Si uno hace movimientos armamentistas siempre, mejor cierra todo y vámonos. Hace todo el mundo lo que quiera”, reprochó.
OIJ investiga ingreso armado
Un día después, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) confirmó que investiga el ingreso armado.
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Según la Policía Judicial, en un principio la Fuerza Pública manejó el asunto directamente con la Fiscalía por lo que ayer desconocían de qué trataba el asunto.
No obstante, este lunes el Ministerio Público les pidió indagar lo ocurrido para que después les remitan un informe.
“El OIJ de Heredia confirma que se realiza una investigación de lo ocurrido (...) pero me indica que por el momento no se pueden brindar mayores detalles por la privacidad de las actuaciones”, señaló la oficina de prensa de la Policía Judicial.
El abogado Badilla indicó que efectivamente, agentes judiciales se apersonaron hoy al plantel para llevarse los videos que grabaron las cámaras internas y así poder identificar a los participantes y establecer responsabilidades.
“Yo considero que podrían ser pasados por robo agravado, violación de recinto privado, privaciones de libertad y daños, pero claramente es una determinación que le corresponderá al Ministerio Público”, apuntó Badilla.
Problemas datan de años atrás
Los enfrentamientos entre los socios de esta empresa se remontan a años atrás.
Un ejemplo de esto es que el presidente y administrador de la compañía, el sujeto apellidado Ramírez, fue condenado a seis años por administración fraudulenta en marzo del 2005.
En el 2013 fue puesto en libertad gracias a un beneficio carcelario.
No obstante, el 6 de noviembre del 2014 fue apresado nuevamente en su casa, en Heredia, como sospechoso de contratar a sicarios para matar a un socio suyo, de apellido Garita.
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Con él fueron detenidos otro cuatro sujetos, quienes habrían baleado al ofendido, quien sobrevivió.
De acuerdo con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Fiscalía de Heredia, el atentado ocurrió el 10 de febrero, en Mercedes Norte de Heredia.
Debido a esa nueva investigación penal en su contra, el Instituto Nacional de Criminología, ente adscrito al Ministerio de Justicia, le revocó el beneficio carcelario y lo regresó a prisión a descontar allí la condena impuesta en el 2005.
Sobre la causa penal por tentativa de homicidio se desconoce qué pasó.
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