Sebastián Barrantes Solano, la víctima mortal del accidente múltiple que ocurrió la tarde del domingo en la Costanera Sur viajaba de regreso a su casa, junto a su hermano José Gabriel, de 27 años.
El accidente se produjo a unos 300 metros de la entrada a Villa Caletas, en dirección a Punta Leona, cuando un autobús que transportaba a un equipo infantil de fútbol de Quebrada Ganado, en apariencia, perdió los frenos y provocó una aparatosa colisión que involucró cinco vehículos. Uno de ellos se precipitó a un acantilado de al menos 50 metros.
Sebastián conducía un pick-up blanco que fue impactado de frente por el bus. Producto del choque falleció en el sitio. El joven era hijo de la vicealcaldesa de Garabito, Marisol Solano, y fue la única víctima mortal del siniestro.
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Por su parte, José Gabriel fue trasladado al Hospital Monseñor Sanabria, en Puntarenas, donde permanece hospitalizado.
“Tengo un hijo en el hospital y el otro en la morgue”, lamenta Roberto Barrantes, padre de los jóvenes.
El domingo, Sebastián salió junto a su hermano del centro de Jacó, donde su ubica su vivienda y se dirigió a una finca en una localidad conocida como Sabanilla. Ahí lo habían contratado para aplicar herbicidas y, por eso, le pagarían ¢200.000.
En medio del luto, su padre asegura que esa cifra, ahora, le parece insignificante.
“Yo se los hubiera pagado, con gusto y regusto”, dice.
A Sebastián solo le faltaba un semestre para culminar la carrera de Ingeniería Informática. Barrantes recuerda a su hijo como estudioso, trabajador y alejado de cualquier vicio. Siempre hacía las cosas bien, “casi perfectas”, recuerda.
