
Meribeth Mondragón Bejarano, de 35 años, fue asesinada dentro de una vivienda en Bajo Los Molinos, en San Rafael de Heredia. Su cuerpo estaba escondido debajo de una cama, cubierto entre sábanas y cartones.
Esta semana, un hombre de apellidos Oviedo Morales, alias Bala, aceptó los cargos acusados por la Unidad de Género de la Fiscalía de Heredia y admitió ser responsable del femicidio de Meribeth.
Oviedo decidió someterse a un procedimiento especial abreviado, por lo que el Juzgado Penal de la localidad pactó una pena de 28 años de cárcel durante la audiencia preliminar que se llevó a cabo el 24 de noviembre.
El acuerdo se remitirá al Tribunal Penal, el cual debe homologar y comunicar la sentencia a las partes.
Meribeth, madre de tres menores de edad, de entre un año y medio y 14 años, fue asesinada el 26 de enero de este año dentro de la vivienda en la que residía Oviedo. Ambos ingresaron juntos a la casa y por razones aún desconocidas, la atacó con un arma blanca en repetidas ocasiones en el tórax y el cuello.
Luego de cometer el crimen, Oviedo, quien tiene antecedentes por violencia doméstica, ocultó el cuerpo de Meribeth bajo una cama y huyó del lugar.
Sin embargo, aproximadamente cinco horas después de darse a la fuga, fue detenido en Bajo Los Molinos, luego de que vecinos de la zona alertaran sobre su presencia.
“Las unidades se desplazaron y localizaron al sujeto cerca del área de búsqueda; fue detenido y trasladado a las celdas del OIJ”, informó entonces el Ministerio de Seguridad.
El femicidio de Meribeth ocurrió en medio de una seguidilla de crímenes de este tipo en los primeros 27 días del año. En ese momento se reportaron cinco fallecimientos de mujeres en manos de sus parejas o exparejas, tres de ellas en tan solo 24 horas.
Mario Bejarano, tío de Meribeth, comentó entonces que la familia no conocía al sospechoso y que les resultaba extraño que la víctima estuviera en San Rafael, ya que residía en Guararí.
También narró que, desde hace algún tiempo, los hijos de su sobrina no estaban bajo su cuidado, sin detallar los motivos. “Teníamos entendido que Meribeth tenía otra pareja y que no era el sujeto que la mató”, afirmó.
Mario Bejarano aseguró que, tiempo atrás, su sobrina le había mencionado a su madre que “la querían matar”; sin embargo, no profundizó en detalles sobre las amenazas.
“Es cuestión de sensibilizar, que pare esto de verdad. Esto no lo merecía Meribeth ni lo merece nadie, ni los hombres ni las mujeres”, pidió en ese entonces Dayra Orozco, de 48 años, hermana de Meribeth.
