
Un sujeto de apellido Calderón fue condenado a 10 años de prisión por una serie de graves delitos cometidos contra su expareja, en una sentencia que subraya la brutalidad de la violencia de género.
El Tribunal Penal de Turrialba, a través de la sentencia 000163– 2025, declaró a Calderón culpable de robo agravado, lesiones graves, amenazas contra mujer y ofensas a la dignidad, en perjuicio de una mujer de apellido Segura.
Los hechos que llevaron a esta sentencia se desencadenaron el 24 de agosto de 2022, casi un año después de que la relación de una década entre Calderón y Segura terminara.
LEA MÁS: Fiscales a cargo de violencia contra mujeres manejan una cifra irracional de expedientes
El agresor irrumpió en la vivienda de la víctima en Pejibaye de Turrialba, forzando a patadas la puerta para entrar y luego robarle el teléfono celular.
En un intento desesperado por recuperar su pertenencia, Segura se dirigió a la casa de su excompañero, donde la situación escaló violentamente.
Ataque salvaje
Desde el interior de su vivienda, Calderón le profirió gritos y amenazas. Cuando la mujer intentó volver a su vehículo, el sujeto se acercó, rompió la ventana del conductor y la agredió de forma brutal.
Según el fallo judicial, el agresor sujetó a la víctima por el cabello, la sacó parcialmente del vehículo por la ventana y la golpeó de forma repetida en la cara y la cabeza.
A pesar de lograr zafarse momentáneamente, el ataque continuó sin piedad.
Calderón la empujó hacia el asiento del pasajero y la golpeó nuevamente, dejándola atrapada entre los asientos y el freno de mano. La agresión incluyó golpes en la cara, boca, muslos y piernas de la víctima.
La mujer logró escapar y huir, pero las agresiones le dejaron múltiples lesiones en distintas partes del cuerpo.