
La hermana de Cindy Murillo Bonilla, la pastora de 39 años asesinada junto a su hija de cuatro años en San Rafael de Alajuela, describió que el sospechoso del femicidio mostró actitudes de celos desde que la familia lo conoció y que la niña presentó cambios de comportamiento antes de la tragedia.
Un hombre de apellidos Chavarría Monge es el imputado en los hechos ocurridos el domingo dos de noviembre dentro de un apartamento ubicado en calle La Esperanza. El jefe del OIJ de Alajuela, Esteban Obando, explicó que se manejan dos hipótesis: que hayan sido asfixiadas mecánicamente, o que Chavarría hubiese liberado gas licuado petróleo para ahogar a su pareja y a la niña.
Georgeanella Murillo Bonilla, hermana de la víctima, relató que Cindy conoció al sospechoso tres o cuatro meses antes en el Centro Integrado de Educación de Adultos (Cindea) de San Rafael, donde ambos estudiaban de noche, a la vez que aclaró que no vivía con el sospechoso. “Ella vivía por los Portones de San Rafael con sus tres hijos, vivía sola, pero estudiaba ahí”, explicó.
La familia conoció al sospechoso el cinco de octubre durante un almuerzo de cumpleaños. “Él no mostraba buena actitud y cuando entraron las otras personas que nos conocían, empezó con actitudes de celos, empezaba a decirle a ella que no lo dejara solo, que se quedara ahí con él”, recordó Georgeanella.
La hermana recordó que Cindy le decía a Chavarría que solo iba a saludar y regresaría. “Yo le dije, Cindy, aquí están los chiquillos, venga, salúdelos, pero él le hacía caras así como de que no le gustaban, ahí nos dimos cuenta de que él era celoso”, agregó.
Cambios en la niña
Georgeanella reveló que el sospechoso no se llevaba bien con los dos hijos mayores de Cindy, que son adolescentes, “como que no se llevaba con ellos no sé por qué, nunca le dijeron nada ni le faltaron el respeto”, indicó.
Sin embargo, con la niña de cuatro años que falleció junto a su madre, la situación era diferente. “La bebé sí mostraba unas actitudes diferentes, ya después a ella, como que todo le daba miedo, no le gustaba que la bañaran, era muy extraño”, explicó.
Una vecina que conoció a la ofendida y su hija, le contó que la menor presentaba comportamientos inusuales. “Me decía que se le acercó y la chiquita le tuvo miedo y se fue, entonces son cosas extrañas que empezamos a ver”, señaló Georgeanella.

Última comunicación
La hermana de la víctima relató que habló con Cindy el jueves y el viernes, habían quedado en verse el sábado porque la pastora trabajaba como estilista y le haría una queratina y un tinte, sin embargo, “ya no me contestó los mensajes después de como de las 11 de la mañana del viernes”, recordó la hermana.
“Nos pareció extraño porque ella nunca apagaba el celular, siempre le llegaban los dos checks (en los mensajes de WhatsApp), yo le seguí mandando mensajes y no volvió a contestar”, agregó Georgeanella.
Cindy Murillo tenía tres hijos: la niña que falleció con ella y dos adolescentes que ahora están bajo el cuidado de la familia. Era oriunda de Guanacaste, pero vivió casi la totalidad de su vida en Alajuela. Además de ser pastora desde hace unos 13 años, estudiaba en el Cindea y estaba empezando octavo año
Georgeanella cuestionó la versión del sospechoso, quien aparentemente intentó suicidarse al abrir la llave de una cocina de gas. “Los mismos bomberos dijeron que para la hora que llamaron y a la hora que llegaron, era para que ya no hubiera gas y ya él hubiera fallecido y no, tenía una cobija envuelta en la cara, entonces eso indica que él no quería suicidarse, que solo estaba tapando lo que estaba haciendo”, agregó.
La familia espera que el Ministerio Público y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), avancen en la investigación. “Hasta el momento no nos han dicho nada ni el OIJ ni tampoco el fiscal”, señaló Georgeanella.
La hermana de la víctima hizo un llamado al presidente Rodrigo Chaves. “Debería tomar conciencia de todo lo que está pasando, que no solo mi hermana está pasando por esta situación, sino que son dos niños que deja. Yo lo que quiero pedir es justicia. Queremos que él pague por los hechos que hizo. Él estaba consciente porque no está loco, como dice”, concluyó.
La familia además aclaró que no está solicitando ningún tipo de ayuda para costear gastos relacionados con el femicidio.
Hasta el 16 de noviembre, el Observatorio de Violencia de Género Contra las Mujeres del Poder Judicial contabilizó 33 femicidios. Este es el tercer año consecutivo en el que, a menos de un mes de finalizar el año, la cifra supera ya las 30 víctimas. A esta misma fecha, en 2023 se registraron 34 delitos de este tipo y, en 2024, la cifra ascendía a 40.
La niña de cuatro años, hija de la pastora Cindy, es la víctima de menor edad de este tipo de violencia contra la mujer.

