
La populosa María Reina, una barriada afincada en Hatillo, San José, fue tomada por cientos de policías este jueves a la 1 p. m. con un único objetivo: detener a la mayor cantidad posible de vendedores de drogas y cabecillas de grupos de narcotráfico asentados a menos de cuatro kilómetros del centro de la capital.
Miembros de la Fiscalía de Narcotráfico y la Policía de Control de Drogas (PCD) ejecutan 13 allanamientos en esa comunidad que en los últimos meses se ha visto afectada por diversos hechos violentos como balaceras y homicidios, entre ellos el del joven Kevin Kirby, quien se sospecha fue asesinado en una vivienda ubicada en esa localidad.
Armados con fusiles de asalto, escudos, y morteros, los agentes arrancaron portones y rompieron puertas y ventanas al grito de “¡al suelo, policía!"
En menos de cinco minutos, los oficiales ya llevan a por lo menos una decena de detenidos, que están acomodando en camiones con cajón conocidos popularmente como perreras.
Desafortunadamente, María Reina es una de esas comunidades donde gente honrada coincide con una significativa población dedicada a la venta de drogas, que además habilita estructuras en precario para convertirlas en búnkeres donde los adictos compran y consumen marihuana, cocaína o crack.

En María Reina convergen casas de cemento y perling, muchas de ellas sin documentos de propiedad o inscripción en el registro, con sencillas de casas de madera o latas de cinc. No toda la comunidad cuenta con calles asfaltadas y en las aceras conviven, gatos, perros, gallinas e incluso indigentes.
Es considerado uno de los principales puntos de distribución de droga de la capital y sitio de ocultamiento de delincuentes. En el 2022, hace tres años, un búnker en la zona recaudaba ¢100 millones por semana en ventas de estupefacientes.

Operación Troya
La operación de este jueves fue denominada Troya, recordando la estrategia del rey Menelao de Esparta que, según la mitología griega, se escondió en un enorme caballo de madera, junto a otros guerreros griegos, para entrar a la ciudad a rescatar a su esposa Helena, secuestrada por Paris, hijo del rey Príamo de Troya.
En lugar de caballos de madera, pero sin brindar mayores detalles de la estrategia, los agentes tomaron la comunidad por sorpresa en las viejas microbuses de la Fuerza Pública, mientras un helicóptero del Ministerio de Seguridad Pública sobrevuela la zona.
Según ese despacho, se procura la detención de 14 sospechosos.





