La Fiscalía Adjunta Especializada en contra de la Delincuencia Organizada (FAEDO) solicitó medidas cautelares contra cinco sospechosos de pertenecer a un grupo criminal vinculado con el asesinato del agente Geiner Zamora Hidalgo, quien era el jefe de la Unidad de Crimen Organizado del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Pococí. La petición se planteó este martes ante el Juzgado Penal del II Circuito Judicial de San José.
Los investigados son de apellidos Centeno Álvarez, Méndez Núñez (mujer), Rojas Zamora, Moya Delgado (mujer) y Cervantes Rojas, quienes fueron detenidos este lunes durante 14 allanamientos. Dos de los operativos se ejecutaron en centros penales, donde se encuentran los imputados Castro Moya alias Cotoño y Méndez Núñez alias Gato (presunto sicario); dado que estos últimos dos ya se encuentran detenidos por otros hechos, no enfrentarán la audiencia de solicitud de medidas cautelares.
Según la investigación, desde julio del 2019 hasta noviembre del 2025, los sospechosos se asociaron y formaron parte de la organización criminal del prófugo Alejandro Arias Monge, alias Diablo, por quien la justicia de Estados Unidos ofrece una recompensa de $500.000; donde los imputados, en apariencia, se dedicaron a traficar drogas en la zona de Toro Amarillo y otros sitios de Guápiles.
Ante la sospecha de dicha actividad ilícita, Zamora dirigió la investigación en contra de este grupo, por lo que la hipótesis policial indica que el homicidio estuvo motivado por represalias de la organización criminal. Se presume que, por orden de Diablo, miembros del grupo iniciaron un plan para dar muerte al funcionario.
El ataque contra Geiner Zamora ocurrió el 31 de enero del presente año pasadas las 9 p. m., cuando el jefe judicial llegó a un restaurante en Guápiles, situación que habrían aprovechado dos de los sospechosos. Uno de ellos inició una conversación con el agente judicial, mientras que el otro tomó una fotografía donde se observaba al investigador.
Se presume que enviaron la imagen a una tercera persona para alertar de la presencia de la víctima. Más tarde, alias Gato sería el hombre que ingresó y disparó en seis ocasiones en contra de Zamora, quien fue trasladado de emergencia a un centro médico, donde falleció el 4 de febrero.
De acuerdo con la prueba recabada hasta ahora, la mujer de apellido Méndez es la hermana del presunto sicario y habría sido la encargada de cobrar el dinero por la muerte del oficial. En el caso de Centeno, se presume que este facilitó un abrigo al gatillero para que no lo identificaran; mientras que al resto de detenidos se les vincula con la venta de droga.
La investigación incluyó el análisis de cerca de 300 videos, labor que permitió reconstruir la dinámica del ataque. El caso conocido como Operación Justicia se tramita bajo el expediente 25-000001-1981-PE .
