
Un tío y dos sobrinos figuran como sospechosos de utilizar gotas de clonazepam para dormir a víctimas que contactaban mediante páginas de citas para robarles, con el agravante de que dos de los afectados fallecieron. La Fiscalía Adjunta de Alajuela solicitó 265 años de cárcel contra ellos en un caso que se discute en el Tribunal Penal de Alajuela.
La petición más fuerte, de 110 años, es contra el imputado de apellidos Vargas Acosta, acusado por homicidio calificado, tentativa de homicidio y robo. Contra su medio hermano, de apellidos Quirós Acosta, se solicitaron 85 años al ser señalado por homicidio calificado y robo, mientras que contra el tercer imputado y tío de los primeros, de apellidos Briceño Marchena, se pidieron 70 años por homicidio calificado.
Los jueces leerán la sentencia este viernes a las 2 p. m.
Al parecer, los hechos tuvieron lugar entre marzo del 2020 y junio del 2021, cuando los imputados se asociaron para contactar a hombres por medio de redes sociales y aplicaciones de citas con el fin de ganarse su confianza.
Una vez establecido el vínculo, Quirós se valía de identidades falsas para visitar las casas de las víctimas o los llevaba a la suya, donde les suministraba bebidas adulteradas con clonazepam para dormirlos, según la acusación.
Este fármaco pertenece a un grupo llamado benzodiacepinas y tiene efecto ansiolítico; se utiliza en el tratamiento para cierto tipo de convulsiones; además, se indica en quienes sufren de ataques de pánico. Puede ser utilizado también como relajante muscular o en personas con problemas de insomnio.
De acuerdo con la investigación, cuando las víctimas estaban inconscientes, los otros hombres ayudaban en el robo. Si el afectado se encontraba en su propio hogar, los criminales se apoderaban de objetos de valor como electrodomésticos y dispositivos tecnológicos. En los casos en que la víctima llegaba a la casa de Quirós, le arrebataban sus posesiones personales como teléfonos celulares, dinero en efectivo y joyas.
De los siete casos en los que se les implicó, dos resultaron en la muerte de las víctimas, pues opusieron resistencia. El primer homicidio ocurrió el 27 de setiembre del 2020 en la residencia de los imputados, en San Isidro de Alajuela, donde fue asesinado Enrique Chaves Benavides. El segundo homicidio tuvo lugar el 20 de noviembre del 2020, en Ipis de Goicoechea, en la vivienda de la víctima identificada como Kevin Farguharson Mora.
Las autoridades le atribuyeron a los sospechosos haber asesinado a sus víctimas al taparles el rostro con cinta adhesiva, provocándoles una asfixia. En otro caso, habrían intentado asesinar a otro hombre de apellido Vargas con el mismo método; sin embargo, el afectado logró sobrevivir, por lo que el delito se consideró un intento de homicidio.
Detenidos desde el 2021
Estos tres hombres fueron detenidos en octubre del 2021, junto con la madre de los medios hermanos, de apellidos Acosta Briceño, también hermana del imputado Briceño Marchena.
Un primer juicio por este caso concluyó en setiembre del 2023, cuando la familia se acogió a un procedimiento abreviado y fue sentenciada a un total de 126 años de cárcel. Las penas fueron de tres años y cuatro meses contra Acosta Briceño, 26 años y ocho meses contra Briceño Marchena, 53 años contra Quirós Acosta y 43 años y cuatro meses contra Vargas Acosta.
Sin embargo, el 30 de julio del 2024 el Tribunal de Apelación de San Ramón anuló esa resolución y ordenó un nuevo juicio, el cual terminará este viernes.
La mujer involucrada, Acosta Briceño, no está entre los imputados del actual debate, y la Fiscalía no detalló su situación legal.