
La Fiscalía Adjunta de Liberia ejecutó, la mañana de este martes, un allanamiento en el Club y Hotel Condovac La Costa, situado en playa Hermosa, en el cantón de Carrillo, Guanacaste, como parte de una investigación por el presunto delito administración fraudulenta.
Las diligencias también se llevaron a cabo en la oficina del expresidente del Club, un hombre identificado con los apellidos Rodríguez Rivera, ubicada en paseo Colón, San José.
Los allanamientos corresponden a una denuncia interpuesta por 22 socios en contra de 19 personas, entre ellas miembros y exmiembros de la Junta Directiva del club. El caso se tramita en el expediente 25-000020-0283-PE.
No obstante, la cifra de socios supuestamente afectados oscilaría entre 250 y 500.
La Fiscalía confirmó que los apellidos de las personas imputadas son: Alfaro Rojas, Barahona Pereira, Martínez Zúñiga, Alfaro Esquivel, Rodríguez Rivera, Guevara Sánchez, García Contreras, Barrantes León, Medina Espinoza, Chavarría Angulo y Leal Ruiz.
A la lista se suman, Chaves Sandoval, Cortés Juárez, Hernández Cortés, Carrillo Carvajal, Bustamante González, Núñez Ruiz, Araya Rivas y Salas Bonilla.
La denuncia alega la existencia de una supuesta estructura criminal con el presunto objetivo de llevar a la quiebra de forma fraudulenta de Condovac, para su posterior venta, en perjuicio de los socios minoritarios y adultos mayores.
En el documento presentado al Ministerio Público, figura como principal señalado una persona de apellido Alfaro, quien es socio mayoritario con más de 421 acciones y además es el gerente general, lo cual, conforme el escrito, supondría un conflicto de interés.
José Pablo Murillo Quirós, abogado quien representa a los denunciantes, explicó a La Nación que la denuncia se presentó en diciembre del 2024 en la Fiscalía de Pavas; sin embargo, este despacho declaró incompetencia y envió el expediente a Liberia.
El allanamiento de este martes, dice, tiene como objetivo ubicar información y documentos que permitan corroborar lo que los socios vienen denunciando.
El Ministerio Público confirmó a este diario que la diligencia en el complejo hotelero, que cuenta con 117 habitaciones, se realizó con el objetivo de ubicar evidencia documental y electrónica relacionada con el caso, así como información contable y registro de accionistas.
Conforme la denuncia interpuesta y declaraciones de Murillo Quirós, los socios a quienes representan sostienen que una de las bases para señalar la presunta administración fraudulenta es el hecho de que el Club se encuentra en deterioro de sus instalaciones.
Esa ausencia de mantenimiento, indica la denuncia, evidenciaría que los fondos o los pocos fondos que existen no están siendo utilizados en favor del club, lo cual centra la preocupación de los socios.
Murillo Quirós indicó que actualmente el Club y Hotel Condovac La Costa mantiene una deuda por casi ¢545 millones con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Esa deuda y, en general, la salud financiera del negocio también preocupa al grupo.
Mediante un comunicado de prensa, el hotel indicó que brindó todas las facilidades necesarias para la realización de la diligencia judicial y “reafirma su compromiso con la legalidad, la transparencia y la cooperación institucional”.
“Queremos enfatizar que esta actuación forma parte del procedimiento ordinario dentro de una única investigación en curso -solicitada por veintidós socios- y que no afectó ni afectará las operaciones ni actividades regulares del Club”, agregó la institución.
Cambio en estatutos
El documento de denuncia también alerta de cambios en los estatutos del Club y la presunta forma en que estos habrían sido utilizados para que un pequeño grupo, liderado por Alfaro, asegure el control de la administración y la toma de decisiones del Club.
¿Cómo? Según la denuncia, la principal estrategia habría sido una modificación del lugar y la hora en que se celebran las Asambleas de Socios.
En específico, la celebración de las Asambleas de socios fueron trasladadas a Guanacaste, dificultando el acceso de los socios que viven en el Valle Central, donde antes se realizaban.
Además, se fijaron a primera hora del sábado (6 a.m. o 7 a.m.).
Ambos aspectos, la localización de las sesiones y las horas de inicio, habría tenido el supuesto objetivo de dificultar la asistencia a los demás socios.
Murillo Quirós indicó a este diario que eso produjo una baja asistencia de los socios minoritarios y opositores, lo cual habría permitido al bloque mayoritario de acciones (controlado por Alfaro y allegados) dominar la asamblea, aprobar sin oposición decisiones y ratificar acuerdos presuntamente para beneficio de dicho grupo.

