
Los tres hijos de Reymer Novo Espinoza abandonaron los estudios producto del trauma de perder a su padre de forma violenta: el mayor tiene 17 años, le sigue uno de 16 y el menor de apenas 12. Ninguno ha podido volver a las aulas desde que Reymer fue asesinado el 23 de enero de 2023 en una finca de Palmar Norte de Osa, Puntarenas. La propia víctima lo grabó todo.
Los muchachos se quedaron sin la figura paterna por un pleito insignificante: un mecate.
Don Reymer, conocido como Perico, tenía 42 años cuando ocurrió el homicidio. Él era el sostén económico de su familia; trabajaba como encargado de una finca donde cuidaba animales, actividad que, según sus allegados, le encantaba.
La Nación tuvo acceso a un video que grabó el propio ofendido, en donde se aprecia el momento en que fue atacado con un arma de fuego por parte de otro finquero de apellido Cambronero.
En las imágenes quedó registrado el instante en que Cambronero amenazó de muerte y luego le disparó a don Reymer en nueve ocasiones, quien falleció poco después. Ese video es una de las principales pruebas aportadas por la Fiscalía de Osa para acusar al imputado por homicidio y otros delitos.
Las imágenes son impactantes, pues sugieren que el agresor no era consciente de que lo estaban grabando con el celular. El hombre se acerca con un machete en la mano, en medio de una discusión cargada de improperios.
Sin embargo, en determinado momento saca un arma y le dispara múltiples veces a Reymer, quien solo acata a decir, “me mató este hijuep..., me mató este hijuep... hasta que cae al suelo en un potrero.
Disputa por un mecate
Un familiar del fallecido, quien pidió no ser identificado por temor a represalias, explicó el origen del conflicto que terminó en tragedia. “Él comenzó a echar un ganado en una ronda de río que hay en la finca y ahí fue donde comenzaron los problemas porque Reymer amarró un mecate en una servidumbre de paso, pero era para que el ganado no se saliera, para impedirle que agarrara para la calle”, relató.
Según el pariente, el vecino llegó en su carro y le preguntó qué hacía ese mecate ahí, Reymer le explicó, pero el hombre le exigió que lo quitara o se lo picaba y tras la negativa del ofendido, el sospechoso destrozó el mecate. “De ahí vinieron los problemas, después le golpeaba el ganado y hacía otras cosas”, aseguró el allegado.
La situación escaló durante un año, incluso Reymer comenzó a restringir las visitas de sus hijos a la finca. “Me extrañé porque de un pronto a otro él dejó de recibir a sus hijos en la finca. Hasta que un día nos explicó que tenían que visitarlo de 4 a 7 de la mañana porque había un señor que le estaba dando muy mala vida y lo estaba amenazando”, recordó el familiar.
A Reymer le pidieron que abandonara la propiedad, pero se negó. “Le dijimos que se fuera de ahí, pero dijo que no podía porque había muchos animales y le encantaban los animales”, explicó.

Graves amenazas
Luvin Novo, hermano de la víctima, recordó que Reymer llamó a su patrón un día antes del asesinato. Le dijo que el sospechoso andaba con un revólver en mano rondando la casa “y que ya otras veces lo había amenazado, que le volaba machete y plomo”, relató Luvin, quien agregó que el sujeto también intimidaba a otras personas.
El día del crimen, Reymer fue a mover el ganado que estaba a la par de la propiedad del vecino y Cambronero le salió al encuentro.
Según don Luvin, el sospechoso se tiró a un río y pasó a la otra propiedad y le dijo que “si daba un paso para adelante lo mataba, ahí está un video de evidencia”, detalló.
Un amigo de Reymer, quien también pidió anonimato, intentó mediar en el conflicto, explicó que en una ocasión habló con el acusado para persuadirlo de que desistiera de la polémica. “Le dije que deberíamos llevarnos bien, pero me respondió que no, que no le tenía miedo a nadie”, recordó.
El amigo precisó que cinco días antes del asesinato puso una denuncia, pues vio que el nivel de violencia iba en aumento. “El señor se estaba pasando de la raya, se paraba al frente de la casa, sacaba el arma, aceleraba el carro, aporté las características del arma, pero nunca hicieron nada y cuando lo mató, vieron que las características del arma coincidían con la que lo mató”, lamentó el hombre.
Impacto familiar
Novo explicó el deterioro emocional de sus sobrinos tras perder a su padre, al punto de que perdieron el curso lectivo. “No quieren estudiar, están psicológicamente muy afectados, la mamá los tuvo que sacar del colegio, igual que al niño, mi hermano era el sostén económico de la familia”, detalló.
Tras una consulta de este medio, la Fiscalía de Osa confirmó que ya presentó la acusación contra imputado por los delitos de homicidio, fraude de simulación y amenazas personales. Asimismo, la hermana del acusado y sus dos hijos fueron señalados como presuntos cómplices por fraude de simulación.
“La semana pasada se llevó a cabo la audiencia preliminar, donde el Juzgado Penal acogió la petición fiscal y ordenó el auto de apertura a juicio en contra de todos los imputados” detalló el Ministerio Público.
Ahora se debe esperar a que el tribunal penal programe una fecha para el debate, en donde se determinará si el finquero es o no, responsable de asesinar a Reymer, quien migró 20 años antes desde el cantón de Upala en Alajuela, hasta la zona sur.