Anner González Salazar, de 37 años, purgará 42 años de cárcel por asesinar a su esposa Loida Villalobos Gamboa, de 34 años, frente a sus hijos, la tarde del 27 de agosto de 2024 en Tigra de Venado, en San Carlos, Alajuela.
Según informó el Ministerio Público, este martes, el acusado se sometió a un procedimiento especial abreviado y aceptó los hechos que se le imputaban, los cuales, además del femicidio, incluyen delitos de tentativa de femicidio, tenencia ilegal de arma permitida, amenazas, ofensas a la dignidad e incumplimiento de medidas de protección.
Loida era ama de casa y tenía tres hijos: un niño de 14 años y dos niñas de 11 y 5 años.
De acuerdo con la acusación de la Fiscalía, el hombre acarreaba un historial de abuso doméstico. Según detalla el documento, el 13 de julio de 2024, solo un mes y medio antes de asesinar a la mujer, González intentó quitarle la vida. Sin embargo, el intento de homicidio fue frustrado por uno de sus propios hijos, quien se interpuso y la defendió.
Desde entonces, la mujer le había impuesto medidas cautelares a González, entre ellas, no acercarse a la vivienda, donde también residían sus hijos.

A pesar de ello, el 27 de agosto, de acuerdo con reportes policiales, González llegó a la casa de la mujer a las 12:45 p. m., sabiendo que tenía medidas para no acercarse a ella.
Según la Fiscalía, aprovechó que la puerta principal de la vivienda estaba abierta y, en presencia de uno de sus hijos y de familiares de la víctima, acorraló a Loida en una habitación y le disparó en tres ocasiones con un arma de fuego, para la cual no contaba con permisos de portación.
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‘¡Papi no, papi no!’, fueron los gritos de la niña de cinco años cuando su padre sacó el revólver, calibre 9 mm. Así lo relató en ese entonces a este medio Franklin González, tío político de Loida.
Un primo de la víctima y otro hombre, que estaban reparando una refrigeradora, lograron detener a González y desarmarlo. No obstante, los tres proyectiles la impactaron en el tórax y en la cabeza. Loida murió en el sitio y González fue aprehendido en el lugar. El caso se investigó en el expediente 24-000415-1185-PE.
En ese entonces, fuentes cercanas a la víctima informaron a La Nación de que González y Villalobos, casados desde el 2010, se habían separado tres meses antes.
Por su parte, Judy Villalobos Cascante, prima de Loida, escuchó los disparos esa tarde y fue así como se percató de la situación.

“Escuchamos disparos. Yo estaba acá en el corredor, salí inmediatamente y cuando llegué a la casa, ya había ocurrido, ya había disparado. Yo no entré. Afuera del portón, nada más me dieron a la niña, a la menor; me la traje para mi casa y la mantuve hasta que llegaron los abuelitos por ella”, comentó en ese momento a este medio.
Franklin González describió a González como “un papá frío y un hombre sin sentimientos”, pues normalmente les hablaba mal y se comportaba de manera agresiva.
“Él la maltrataba a ella y a los hijos, eso fue provocando una distancia en todo el sentido y la relación de ellos se fue deteriorando de manera extrema (...) De él lo que se puede decir es que no tiene ni amor propio y el trato que les daba era como si ellos fueran desconocidos, de una manera dura y sin aprecio, algo que nada tiene que ver con un padre, sin amor y sin compasión. Era muy normal para él maltratarlos”, agregó don Franklin.