
La Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica (UCR) informó de cómo se desarrollarán sus clases durante lo que resta del año, tras las constantes inundaciones causadas por el desbordamiento de la Quebrada Los Negritos.
Según la resolución firmada por la decana, Marcela Moreno, todos los cursos de la Facultad de Derecho y sus respectivas evaluaciones se desarrollarán en modalidad virtual hasta finalizar el II Ciclo Lectivo del año 2025, sin excepción alguna.
El trabajo de las personas administrativas también continuará de forma remota, pero “hasta nuevo aviso”.
Según Moreno, el desbordamiento de la Quebrada de los Negritos causó graves daños en el complejo de la Facultad de Derecho. El agua superó un metro de altura en el primer piso del edificio A, mientras que en el edificio B los sótanos y parte del parqueo se inundaron. En el Auditorio Alberto Brenes Córdoba, la lluvia provocó daños en el techo, dañando parte de las butacas y alfombras.
El cuarto de máquinas ubicado en el Subte 1, donde se encuentran los tableros eléctricos, quedaron completamente inundados bombas de agua potable y el sistema de supresión de incendios.
Actualmente, se realizan labores de limpieza y evaluación de daños en sistemas críticos como el electromecánico, de incendios, estructural, de agua potable y mobiliario.
Constantes inundaciones

Las inundaciones en las calles aledañas a la entrada de la Facultad de Derecho han sido frecuentes en días de mucha lluvia en los últimos años. Esto ha puesto en riesgo la integridad de vehículos y la vida de conductores y peatones.
En junio del año pasado trascendió un informe del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme), que señalaba que en la construcción del paso a desnivel frente a la Facultad de Derecho se utilizaron métodos empíricos para calcular el caudal máximo que soportaría la alcantarilla sobre la quebrada Los Negritos, también edificada como parte de la obra. Por ejemplo, para determinar el caudal máximo en la quebrada, los valores de las fórmulas aplicadas se obtuvieron a partir de caudales de otras subcuencas con diferentes condiciones geológicas y patrones de precipitación, lo que podría producir resultados inexactos.
Posteriormente, el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) aseguró que una inspección realizada por el Conavi, la empresa Puentes y Calzadas (constructora del viaducto) y la Oficina de las Naciones Unidas para Proyectos (UNOPS), que actuó como administradora del proyecto, determinó que los sistemas de drenaje del paso a desnivel funcionaban con normalidad.
Además, la afectación también pudo deberse (al menos en las primeras inundaciones) a la falta de capacidad del alcantarillado municipal, lo que habría originado un embudo que hizo retroceder el agua hasta el punto bajo donde se dio la inundación.