
La exdirectiva del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca), Anita McDonald Rodríguez, es señalada como una de las piezas claves del Clan del Caribe Sur, que fue desarticulado el martes pasado, mediante la operación Traición, según consta en el expediente judicial del caso. Ella es suegra del cabecilla del presunto grupo narco, Luis Manuel Picado Grijalba, alias Shock.
McDonald, quien fue detenida tras 67 allanamientos realizados en conjunto por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Fiscalía Adjunta Especializada en Delincuencia Organizada, tenía como rol principal, de acuerdo con el documento judicial, ayudar a los miembros de esa estructura delictiva a legitimar el dinero proveniente del narcotráfico.
“Anita Yorleny McDonald Rodríguez utilizó su profesión como abogada y notaria en beneficio de la organización criminal, participó de manera activa, puesto que utilizó su investidura como notaria pública para facilitarle a los líderes de la organización criminal la adquisición de bienes muebles e inmuebles, con dinero producto de la actividad del narcotráfico”, se consignó en la orden de allanamiento que permitió las detenciones de este martes.
Al parecer, McDonald se encargaba de legitimar dichos dineros “a través de contratos constituidos por ella misma”.
El expediente judicial se detalló que la suegra de alias Shock (actualmente preso en Inglaterra con solicitud de extradición a Estados Unidos), habría asesorado “a los miembros de la organización sobre los vacíos legales, requisitos procesales y procedimientos que podrían favorecerlos o perjudicarlos”.
También se citó que esos consejos de la imputada, supuestamente, buscaban proteger los derechos de otros implicados y “facilitar la impunidad de la agrupación criminal, convirtiendo sus asesoramientos legales en mecanismos de encubrimiento”.
A McDonald se le atribuye haber utilizado un negocio de bienes raíces para esos aparentes fines ilícitos, lo que la "convirtió en un miembro medular en la fase de blanqueo de capitales. A ella se le atribuye, presuntamente, la confección de escrituras de traspaso de bienes, entre los mismos miembros de la agrupación y la posible negociación de propiedades de alto valor, que habrían sido adquiridas por los líderes de la agrupación a través de terceras personas".
Supuestamente, esas propiedades tenían como fin ser utilizadas en la logística de la comercialización de los alijos, “con pleno conocimiento del origen ilícito del dinero de los miembros de la organización, actuó como un instrumento para la legitimación de los capitales de procedencia ilícita”, se lee en un informe del Ministerio Público que perfila a cada uno de los presuntos implicados.
Este jueves, La Nación le envió consultas sobre estas aseveraciones a Simón Angulo Arredondo, abogado de McDonald, pero al cierre de esta publicación no se obtuvo respuesta.

Otros posibles hechos
La investigación señala que la exdirectiva de Incopesca habría colaborado para que otro sujeto de apellidos Rodríguez Morales, alias Chira, adquiriera y ocultara bienes. Alias Chira era una de las personas de confianza de los líderes, quien se encargada de la logística, planificación y trasiego de drogas en el Pacífico costarricense.
Por ejemplo, se indica que el 15 de octubre del 2021, Rodríguez Morales, alias Chira, “con pleno conocimiento de su actuar delictivo, de común acuerdo con el encartado Luis Manuel Picado Grijalba, alias Shock, y Anita McDonald Rodríguez”, adquirió un buque matrícula L4690, estilo Star Life, en ¢1 millón.
El navío era, agrega la investigación, para uso de la organización y habría sido adquirido “con las ganancias ilícitas obtenidas por el tráfico de estupefacientes”.
Además de adquirir la embarcación, el grupo compró dos motores fuera de borda valorados en más de ¢10 millones mediante una escritura otorgada por McDonald Rodríguez, quien según la investigación de la Fiscalía, “utilizó su investidura como notaria pública pura facilitarle al líder de la organización criminal la legitimación de los dineros obtenidos de la actividad ilícita del narcotráfico, a través del contrato que la misma autorizó como notaria, insertando así el dinero de procedencia ilícita en la economía”.

La sospechosa y los demás detenidos en este caso enfrentan en este momento la audiencia de medidas cautelares que se extenderá durante al menos dos semanas más.
Una hija de la abogada, de apellido Crawford, quedó libre, pero se mantendrá apegada al proceso judicial.
El golpe dado este martes por el OIJ y la Fiscalía Adjunta Especializada en Delincuencia Organizada significó la caída de lo que, posiblemente, sea el primer cartel transnacional de drogas afincado en Costa Rica.
El recuento de decomisos, hasta ahora, habla de bienes por más de ¢2.000 millones, incluidos apartamentos de lujo, vehículos de alta gama, un hotel en playa Piuta, camiones, botes, motores fuera de borda, cabezas de ganado y joyería.
