
El ingeniero en Informática, Agustín Carvajal Benavides, de 34 años, fue asesinado a balazos dentro de su propia casa en Aguas Zarcas de San Carlos. Fue su propia madre, quien lo halló sin vida este 29 de diciembre.
El homicidio fue descubierto a eso de la 1:30 p. m. del lunes, a unos 600 metros de la escuela de Garabito, en dirección al tanque de agua. Sin embargo, según las pesquisas del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), al momento del hallazgo, la víctima tenía tres días de haber sido asesinado. Su cuerpo presentaba múltiples disparos de bala, especialmente en el tórax.
La primera línea de investigación confirmada por la Policía Judicial es el robo a la vivienda, pues desde el lunes se confirmó que los sospechosos sustrajeron un vehículo de alta gama, un Range Rover valorado en cerca de ¢80 millones, así como la tarjetas bancarias de la víctima.
Según trascendió ese mismo día, los familiares fueron alertados sobre varios retiros de dinero en un cajero automático con las tarjetas de Carvajal, lo que despertó sospechas. Ante esta situación, la madre se trasladó hasta la vivienda, donde ya lo encontró fallecido.
Fuentes policiales confirmaron a La Nación que, además del robo, podrían existir otras dos líneas de investigación adicionales. Una se relacionaría con amenazas que habría recibido el joven, de parte de un grupo criminal que opera en la zona y un tercer móvil sería una disputa por el terreno.
Informático y empresario
Carvajal era soltero y sin hijos y trabajaba para la empresa Global Tickets. De acuerdo con versiones conocidas, era dueño de varias propiedades, vivió por algún tiempo en México y había retornado al país hace cerca de seis meses.
Según datos preliminares, la última vez que Carvajal se comunicó con su madre fue el sábado anterior.
Su cuerpo fue localizado hasta el lunes, en la casa de una finca que funcionó, tiempo atrás, como un centro de restauración para personas con adicción a las drogas.
El pasado 18 de noviembre, el antiguo propietario de ese inmueble fue encontrado sin vida dentro de un estanque de tilapias, situado en la parte trasera de la vivienda. Antes de morir, ese hombre había heredado la propiedad a Carvajal, a quien consideraba como un hijo.
El OIJ detalló que el crimen ocurrió en una zona despoblada, rodeada de abundante vegetación. En el sitio, los agentes localizaron múltiples casquillos de bala.

