
El Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York solicitó la extradición de Gilbert Bell Fernández, alias Macho Coca, para que enfrente en ese país cargos por tráfico internacional de drogas.
Las autoridades estadounidenses señalan al hombre, de 62 años, por presuntamente formar parte de una estructura delictiva que operó entre marzo del 2022 y agosto del 2023, en el acopio y distribución de grandes cantidades de cocaína desde Costa Rica a Estados Unidos.
La gestión fue confirmada por la Fiscalía General y es resultado de las coordinaciones entre el Ministerio Público, la Administración para el Control de Drogas de EE.UU. (DEA) y el Organismo de Investigación Judicial.
El proceso de extradición implica la solicitud de detención provisional de Bell ante el Tribunal Penal del I Circuito Judicial de San José, aunque no su captura. Bell fue aprehendido el 11 de octubre de 2024, como sospechoso de un robo multimillonario de combustible a las instalaciones de Recope en Moín, en el caso denominado Caso Petro Coca.
Desde entonces, Bell descuenta prisión preventiva en máxima seguridad en el centro penitenciario La Reforma, en Alajuela.
De acuerdo con las investigaciones que llevaron a la solicitud de extradición de Bell, el hombre fungía como líder de la organización dedicada al tráfico de cocaína y, desde esa posición, sostuvo contactos con agentes encubiertos, que incluyeron la venta de una muestra de la droga, así como la negociación para enviar 700 kilogramos de cocaína hasta Nueva York.
En el 2016, el Departamento de Estado de EE. UU. describió a Macho Coca como un importante traficante de drogas del Caribe costarricense. En noviembre del 2023, el Departamento del Tesoro de EE. UU. citó de nuevo a Macho Coca en uno de sus informes, describiéndolo como uno de los narcotraficantes más violentos y ordenó el congelamiento de cualquier activo del costarricense en Estados Unidos al incluirlo en la lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro (OFAC).
En este listado se encuentran personas, empresas, organizaciones, e incluso barcos o aviones que están sancionados por ese gobierno, por estar vinculados con actividades como narcotráfico, terrorismo, lavado de dinero, corrupción, proliferación de armas, en otras actividades ilegales.
En dicho registro figura el costarricense Alejandro Arias Monge, alias Diablo, quien se encuentra en fuga y por quien Estados Unidos ofrece una recompensa de $500.000 (unos ¢250 millones). También se sitúa Alejandro Antonio James Wilson, alias Turesky.
Además se ubica el exmagistrado penal Celso Manuel Gamboa Sánchez y Edwin López Vega, alias Pecho de Rata, ambos a la espera de su extradición a Estados Unidos para enfrentar en Texas una causa por presunto tráfico internacional de drogas.
Pese a los señalamientos de Estados Unidos, Macho Coca no tiene ninguna causa abierta por tráfico de drogas en Costa Rica. Lo que afronta son procesos por robo de hidrocarburos y uno por contaminación de aguas.
