
En apenas dos segundos un delincuente quien se desplazaba con su cómplice en una motocicleta le quitó el celular a una joven que esperaba el bus la mañana de este lunes en Curridabat.
Un video captó la forma en que los antisociales cometieron el hecho a eso de las 6:00 a.m., en una parada que se ubica frente al centro comercial Plaza Cristal en José María Zeledón. Un vecino de la zona quien estaba con su hijo en la parada fueron testigos directos del atraco; el hombre, cuya identidad nos pidió mantener en reserva, conversó con La Nación y contó cómo sucedió el asalto.
“Yo estaba con mi hijo esperando el bus, estábamos sentados, conversando y la muchacha llegó posteriormente. Se sentó y estaba digitando en el teléfono, me imagino que estaba chateando, de un momento a otro llegaron los tipos y lo que nos impresionó fue que un chavalo antes de bajar hizo un amago como a sacar un arma, yo no la vi, mi hijo también vio el movimiento, no sé si lo habrá visto, pero sí hizo como el amago a sacar un arma, se levantó la camisa, metió la mano dentro del pantalón como si la tuviera en la faja, se bajó y se fue directamente hacia la señorita”, relató el testigo.
El hombre señaló que él estaba a la par de la joven y los asaltantes ni siquiera los voltearon a ver. “En el momento de que se montaron en la moto y se iban, los sujetos dieron la vuelta, nos volvieron y seguramente dijeron, ¡hey, faltaron estos dos!, pero no nos pasó nada gracias al Señor, a la señorita sí le quitaron el teléfono”, agregó.
De acuerdo con el testigo, el sujeto que se bajó de la moto apenas dirigió un par de palabras a la mujer “le dijo algo como ‘hagámoslo fácil’ o una expresión así, como que no pusiera resistencia”, recordó el hombre quie añadió que “ella nada más abrió las manos y el chavalo le quitó el celular, después cuando se percató de lo que había pasado se levantó y fue como un shock que le dio”, detalló.
La joven se puso muy nerviosa; el hijo del testigo conversó con ella, “pero fue algo tan rápido que no nos dio tiempo ni siquiera de impresionarnos, mi hijo dijo: ¡ay caray!, una expresión de que ya sabíamos a lo que íbamos, yo andaba con la máquina del trabajo (computadora) y el celular”, señaló.
La víctima iba para el trabajo, segundos después del atraco llegó el bus pero según el testigo, la joven no sabía si quedarse, ir a poner la denuncia o montarse en la unidad de transporte público. “Entonces yo le indiqué que era peor que se quedara ahí, porque de todos modos no tenía características, ni algo para poder denunciar y le recomendé que siguiera hacia su trabajo, mi hijo le prestó el teléfono y llamó para que avisara”, relató.
El hombre señaló que en esa parada por lo general llegan todos los vecinos a tomar el bus, más a esa hora, “y es muy característico que los asalten”.
Datos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) precisan que a la fecha, 1.600 personas, es decir un promedio de cuatro por día, han sufrido un asalto en donde el delincuente arrebató o intimidó a la víctima para quitarle algún bien.

