
Durante al menos siete horas, Kevin Soto vivió una de las experiencias más fuertes de su vida, pero no estuvo solo en ese trance.
Junto a él resistieron el susto, la lluvia y el frío sus cuatro fieles perras, a quienes no estuvo dispuesto a abandonar, ni siquiera cuando una cabeza de agua los dejó atrapados en medio del río Guácimo, en Limón.
El pescador, vecino de Guácimo, había llegado desde las 9 a. m. del lunes al antiguo tajo municipal, en busca de una jornada tranquila de pesca, acompañado de sus animales.
Sin embargo, a eso de las 4 p.m., la calma desapareció cuando una crecida repentina del río lo obligó a refugiarse junto a sus animales sobre una formación de piedras, en medio del cauce cuyo nivel seguía en ascenso.
“Estaba pescando en la parte alta del paredón en el islote cuando veo que comienza a bajar el agua un poco sucia. De repente, bajó la cabeza de agua y me dejó atrapado”, comentó la madrugada de este martes luego de ser rescatado.
Aislado, Soto sabía que el riesgo era real, pero tomó su decisión: vivo o muerto, pero de ahí no saldría sin ellas.
“No me lancé al río por mis perras. Dos de ellas son muy pendejas, se me estaban muriendo de frío”, relató al recordar el episodio.
Decidió subirlas a la parte alta del islote en medio del cauce y las tapó con unas hojas que logró cortar. Eso sí, al final dejó olvidado el machete.
A pesar de tener el servicio celular suspendido, tuvo la fortuna de recibir una llamada que le permitió dar aviso de su situación.
Luego, la Cruz Roja recibió el reporte a las 7:30 p. m. del lunes, tras una llamada al sistema de emergencias 911.
Socorristas y bomberos acudieron al sitio, a unos 300 metros al sur del Colegio Técnico Profesional de Guácimo. El acceso resultó complejo debido a las condiciones del terreno y al nivel del agua.
El rescate fue largo. Sin embargo, una vez más el celular fue clave.
“Gracias a la luz del celular es que me podían ver”, narró el pescador, quien evitó brindar muchas declaraciones luego de ser rescatado.
Horas previas al rescate
Antes de ese afortunado desenlace, sí pasaron varias horas antes de que los cuerpos de emergencia lograran extraer a Kevin y a sus cuatro perras.
Según informó el paramédico Rónald Brenes, el hombre fue llevado finalmente a tierra firme a las 12:55 a. m. de este martes.
La jornada fue larga y difícil, pero Soto nunca soltó la correa: eligió quedarse con ellas a enfrentar su destino que, gracias a la intervención de los cruzrojistas, permitió que siguieran juntos.
