
María Rafaela Mora, de 60 años, apareció sin vida dentro de un pozo de agua en Batán de Matina, en Limón. Las pesquisas del caso llevaron a los agentes del Organismo de Investigación Judicial a apartarse la hipótesis de que la mujer cayó al pozo por accidente y, por el contrario, señalaron a su esposo como el principal sospechoso de cometer el crimen.
El hombre, de apellido Espinoza, deberá acudir a los Tribunales de Limón este 26 de noviembre para enfrentar una causa por femicidio.
De acuerdo con el Ministerio Público, la pareja vivía en Batán, pero la relación estuvo marcada por agresiones verbales y físicas por parte de Espinoza.
La tarde del 21 de abril del 2024, se presume que la pareja se encontraba a pocos metros de la vivienda cuando se desató una discusión. Supuestamente, Espinoza ingresó a la casa, fue a la cocina y tomó un objeto con el cual golpeó a la mujer en la parte frontal de la cabeza.
Producto del impacto, María Rafaela cayó inconsciente dentro de un pozo con agua. De esta forma, señalan las autoridades judiciales, el imputado habría causado la muerte a su esposa por asfixia por sumersión.
Al menos 33 mujeres han fallecido a manos de sus parejas en lo que va del 2025, de acuerdo con el Observatorio de Violencia de Género contra las Mujeres del Poder Judicial. El caso más reciente se registró el 16 de noviembre, dentro de una cuartería en San José.
El femicidio de María Rafaela Mora engrosa la cifra de muertes del 2024, año que hasta la fecha contabiliza 40 femicidios.
