Siete personas fueron asesinadas durante el fin de semana en distintas localidades del país. Este lunes, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó que la cifra de homicidios ascendió a 691, es decir, 12 víctimas más que en la misma fecha del año anterior.
“Muy probablemente, a este ritmo vamos a llegar a los 900 homicidios y, de pronto, superar la marca que había en 2023”, advirtió el director de la Policía Judicial, Randall Zúñiga.
Hace poco más de un mes, recordó, el país registraba 20 homicidios menos que en el mismo periodo del año pasado; sin embargo, en las últimas semanas la violencia volvió a dispararse.
Ni la hora del día ni el lugar parecen ser un obstáculo para los homicidas. Durante el fin de semana, varios ataques ocurrieron a plena luz del día y en sitios concurridos.
Uno de ellos ocurrió el domingo, a la 1 p. m., cuando un hombre de apellido Myrie, de 33 años, fue asesinado de varios disparos en Corales de Limón, en medio de los carnavales. Pocas horas después, un hombre de apellido Solano, de 30 años, murió tras recibir múltiples disparos durante una riña en Lomas del Río, Pavas.
Zúñiga explicó que, en los últimos 30 días, 2,7 personas han sido asesinadas por día en promedio, y que, de mantenerse esa tendencia, el país podría superar el récord de 2023, cuando se registraron 905 homicidios, la cifra más alta desde que el OIJ lleva este tipo de estadísticas, hace 26 años.
Para evitar alcanzar los 900 asesinatos anuales, el país debería cerrar el año con un promedio de 2,4 homicidios diarios. En ese escenario, explicó Zúñiga, el 2025 culminaría con alrededor de 880 asesinatos, una cifra que aún superaría la del 2024 (874), el segundo año más violento desde que existen registros oficiales.
Producción de cocaína y repunte de violencia
El director del OIJ señaló que el repunte actual era previsible desde hace más de un mes, cuando los homicidios diarios habían disminuido y el país se mantenía por debajo del registro del año anterior.
La tendencia, explicó a este medio, responde a un patrón que es ya habitual. La violencia tiende a incrementarse hacia el cierre del año, coincidiendo con el aumento en la producción de cocaína en el sur del continente y el trasiego de droga hacia el norte.
Esto provoca disputas por el control de rutas y puntos de distribución. Además, con el fin de la temporada de huracanes, se intensifica la navegación de embarcaciones que transportan droga.
A estos factores se suma una mayor circulación de dinero en las calles y un repunte tanto de la delincuencia común como de los enfrentamientos entre bandas criminales.
Mayor brutalidad en los crímenes
La madrugada del domingo, dos hombres fueron asesinados a balazos y posteriormente calcinados en Aguas Frías, en La Roxana de Pococí. Los cuerpos fueron hallados alrededor de las 5 a. m. por un trabajador que pasaba en bicicleta por el lugar, ubicado unos 2 kilómetros al oeste de la plaza de fútbol de la comunidad.
El 6 de octubre, el OIJ también reportó el hallazgo de un cuerpo mutilado en San Gabriel de Aserrí, dentro de un cafetal en el sitio conocido como Alto de La Zoncha. La víctima presentaba signos de tortura, heridas con arma blanca y quemaduras parciales. El reporte ingresó a la 1:27 p. m., luego de que vecinos alertaran a las autoridades.
“Desgraciadamente, es un reflejo de la culturización de la violencia. Eso se adopta de otros países, muy probablemente a través de distintos canales”, explicó Zúñiga al ser consultado sobre el nivel de brutalidad con el que se han hallado varios cuerpos en las últimas semanas.
Según el jerarca, los métodos utilizados por las organizaciones criminales replican los empleados por grupos delictivos en México, Guatemala y Colombia. En apariencia, los homicidas estarían usando tácticas más agresivas para marcar territorio o intimidar a sus bandas rivales.
San José es la provincia con más homicidios, con 234, seguida por Limón, con 141 y Puntarenas con 102. Por debajo del centenar de crímenes de este tipo están: Alajuela, con 78; Guanacaste, 66; Cartago, 44 y Heredia, 26.