
Cinco capibaras, el roedor más grande del mundo, fueron decomisadas este jueves durante un operativo de control vehicular en la ruta 34 (Costanera Sur), a su paso por Orotina, Alajuela. Este sería el primer caso documentado de tráfico ilegal de esta especie en Costa Rica.
Estos animales no son nativos del país. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la capibara (Hydrochoerus hydrochaeris) habita de forma natural en Sudamérica, en países como Brasil, Colombia, Venezuela y Argentina.
Se trata de un animal semiacuático, social y herbívoro, que puede alcanzar más de un metro de longitud y pesar hasta 65 kilogramos.
Aunque no se encuentra en peligro de extinción, su captura y comercio están regulados por normativas nacionales e internacionales como la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES).
Los animales fueron trasladados al centro Rescate Wildlife-Zoave, donde actualmente reciben atención especializada donde están en periodo de evaluación médica.
Su estado es regular y, debido a que son una especie exótica y potencialmente invasora, no pueden ser liberados en el medio silvestre costarricense, explicó Isabel Hagnauer, médica veterinaria y vocera del centro.
Las capibaras deberán cumplir una cuarentena de al menos uno o dos meses, dependiendo de su evolución. Según los especialistas de Rescate Wildlife-Zoave, este caso evidencia una tendencia problemática: la conversión de especies silvestres en mascotas exóticas, una moda peligrosa que está incentivando el comercio ilegal.
“El tráfico de vida silvestre no solo pone en riesgo a los animales traficados, sino que también amenaza la fauna autóctona y puede alterar gravemente los ecosistemas costarricenses. La introducción de especies no nativas como las capibaras puede generar desequilibrios difíciles de revertir", añadió Hagnauer.
Tráfico ilegal y persecución
El hallazgo se produjo cuando un automóvil evadió una señal de alto de la Fuerza Pública y se dio a la fuga. La persecución concluyó en el sector de Mollejones, donde se detuvo a dos hombres, de apellidos Torres y Navarrete, ambos con antecedentes judiciales.
Durante la inspección del vehículo, las autoridades encontraron un macho, una hembra y tres crías de capibara. También incautaron 60 dosis de crack, marihuana, espuelas plásticas y dos armas blancas.

En Costa Rica, la ley prohíbe la tenencia, el transporte y el tráfico de especies silvestres exóticas. Estas especies pueden afectar la biodiversidad y los ecosistemas locales.
Los detenidos fueron puestos a la orden de la Fiscalía. En particular, Torres registra antecedentes por delitos como venta de drogas, tráfico ilícito de personas, violación, abuso sexual contra menor de edad y delitos contra la biodiversidad.

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