
Agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y del Ministerio Público realizaron seis allanamientos, la mañana de este martes, para desarticular una organización criminal conocida como Los Acetilenos, a la cual se indaga, en particular, por un robo de ¢49,9 millones en efectivo en el supermercado Palí, de Hone Creek, en Talamanca.
Las diligencias permitieron la detención de cinco personas, entre ellos una mujer de apellidos Granados Chavarría, presunta cabecilla de la organización.
Sin embargo, cuatro hombres, sospechosos de integrar el grupo delictivo, captados por cámaras de seguridad horas antes del saqueo, permanecen en fuga y la Policía Judicial pide ayuda para localizarlos.
Uno de ellos fue identificado con los apellidos Barrantes Barboza, vecino de León XIII, en Tibás, señalado como el segundo al mando de la organización.
Además, continúan en fuga tres hombres, cuyas identidades no trascendieron.
Durante los operativos policiales, ejecutados en Guápiles, Pococí y en otras zonas del país, los agentes lograron la aprehensión de: Alvarado, de 36 años; Carmona, de 39; Mora, de 30 y Meléndez, de 29.
En la casa de este último sospechoso, los agentes judiciales decomisaron una fuerte suma en efectivo, específicamente ¢4.980.000 hallados en el baño, ¢1.920.000 en billetes de diferentes denominaciones que estaban en bolsa plástica de seguridad de un banco privado. Además, ¢260,000, y otras sumas por ¢20.000 y ¢3.000 para un total de ¢7.183.000.
Asimismo, fue detenida una mujer de apellidos Granados Chavarría, de 33 años, señalada como la cabecilla de la organización y quien ocupaba el cargo de administradora regional de la zona Atlántica en Walmart.
De acuerdo con la orden de allanamiento, en posesión de este medio, Gradados, presuntamente, “se encargó de facilitar a las personas que tienen a su disposición recursos logísticos para la ejecución de esos actos delictivos (información respecto al tipo y cantidad de dispositivos de seguridad en el supermercado)”.
El robo
La mañana del 19 de abril del 2025, los imputados llegaron al Palí “disfrazándose de empleados”.
Allí, en apariencia, contaron con la complicidad del entonces gerente, de apellidos Meléndez Acuña, quien “dejó de lado el protocolo de seguridad de la empresa Supermercados Unidos (Walmart)”.
Los sospechosos habrían “golpeado y privado de su libertad ambulatoria” a dos empleados, “a quienes amordazaron y amarraron sus manos, obligándolos a mantenerse encerrados en el baño del local comercial”, precisó el documento judicial.
Para acceder al dinero, utilizaron “un tanque de acetileno, y un tanque de oxígeno, con sus respectivos manómetros y sopletes”, con los cuales “rompieron la caja de seguridad (caja fuerte), marca Seyma, realizando un corte en forma de cuadrado irregular de 12 centímetros (cm) de alto y 15 cm de ancho”, se detalló también en dicho documento.
La pesquisa reveló, además, la existencia de una “jerarquía de mando y distribución de funciones”, donde Granados Chavarría “planifica, ordena y controla todos los movimientos”, “valiéndose de su cargo en la empresa Walmart”, para facilitar información estratégica a los ejecutores materiales.