La convergencia de vientos que ingresan al país desde ambos océanos facilita la formación de torbellinos como los registrados en Heredia en los últimos días y en Cartago en julio.
Los eventos recientes dejaron casas y comercios destechados, árboles caídos y otros cuantiosos daños en propiedades. Según Gabriela Chinchilla, meteoróloga del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), ciertas zonas del Valle Central son más susceptibles a estos fenómenos atmosféricos.
“Normalmente este viento ingresa del océano Pacífico, durante el periodo de la mañana, cargado de humedad. Y por otro lado tenemos un flujo de vientos alisios que vienen desde el Mar Caribe, ingresan por el sector de Limón y por los pasos de montaña llegan hacia la Gran Área Metropolitana”, explicó.
La convergencia de estas dos masas de aire determina dónde se forman los torbellinos, usualmente ocurren en partes centrales de la Gran Área Metropolitana; y contrario a la percepción de que solo Cartago es vulnerable, la meteoróloga aclara que el fenómeno “se da en donde la convergencia de vientos alisios y del oeste se estén encontrando”.
La ubicación específica donde ocurren los torbellinos varía según la intensidad de los vientos, en ocasiones sucede en la parte este del Valle Central, en las zonas cercanas a Cartago, por ejemplo. Otros días este viento cargado de humedad del oeste es mucho más débil y hace que la convergencia de vientos ocurra en la parte central, como Heredia, San José o Alajuela.
Precisamente este martes el paso de un torbellino por el distrito Mercedes de Heredia destechó varias viviendas, provocó daños en vehículos y el alumbrado público. El viernes 12 de setiembre otro fenómeno como ese provocó daños cerca del campo ferial de Mercedes Norte.
Proceso de formación y monitoreo
La especialista detalló que esa unión de vientos alisios y del Pacífico genera un fenómeno conocido como frente de brisa, que provoca ascenso de la humedad en la atmósfera, lo cual genera la formación de nubes.
Cuando las nubes son lo suficientemente grandes se convierten en nubes de tormenta, también conocidas como cumulonimbos, que “crean ascensos, descensos y corrientes de aire que generan rotación y por lo tanto, bajo las condiciones adecuadas, después de que se da este tipo de convergencia de viento, se presentan los torbellinos”.
La meteoróloga advirtió que las condiciones actuales favorecen mayor actividad y que este año, al estar bajo la influencia del fenómeno de la Niña. “Las condiciones han sido propicias para que tengamos mayor recurrencia y una actividad o una generación de torbellinos mucho mayor a la registrada en años anteriores”, concluyó.