Durante un operativo realizado la madrugada de este sábado, agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) encontraron restos de origen animal en la casa del principal sospechoso de matar 14 perros en Guácimo, Limón.
Los agentes judiciales se presentaron a la vivienda del sospechoso, de apellidos Ulloa Bustos, alrededor de las 8 p. m. para iniciar las pesquisas en la zona.
Según constató La Nación, parte de la inspección se realizó en una finca cercana a la casa donde, de acuerdo con testigos, observaron al individuo trasladar los cuerpos de los perros en un balde.
Tras la revisión del terreno, la policía judicial localizó y decomisó los restos, los cuales fueron embalados y trasladados en una hielera hasta la Morgue Judicial, donde se les practicará la necropsia correspondiente para determinar la causa de muerte de los animales.
Este viernes, oficiales de la Fuerza Pública detuvieron a Ulloa Bustos, tras recibir reportes que lo vinculaban con la agresión y muerte cruel de varios perros, incluidos tres que tenía en su vivienda.
De acuerdo con los testimonios, luego de provocarles la muerte, abandonaba los cuerpos en la vía pública o dentro de su propiedad.
El comisionado Edward Monestel, de la Fuerza Pública, indicó que, desde el jueves, se realizaron múltiples pesquisas para dar con el sujeto luego de recibir denuncias sobre un acto “atroz”. Se presume que cinco de las muertes ocurrieron ese día.
La Ley de Bienestar de los Animales en Costa Rica establece penas de cárcel y multas para quienes agredan, abandonen o mantengan en condiciones inadecuadas a los animales domésticos o de cualquier otra especie.
El castigo más severo lo enfrentan quienes provoquen la muerte de un animal de forma dolosa. Este delito puede acarrear entre seis meses y tres años de cárcel.
Si el daño se produce por maltrato y causa pérdida de un órgano, un sentido o provoca agonía prolongada, la pena puede ir de seis meses a dos años de prisión.
