
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) calificó de femicidio la muerte de Jeniffer Navarrette Zúñiga, de 36 años, localizada sin vida la noche del miércoles 6 de enero dentro de su casa en Cinco Esquinas de Tibás, San José.
La mujer había sido localizada con un balazo en el cuello. Ella estaba tendida en el suelo de la sala.
Su compañero sentimental había declarado a las autoridades que ese día él estaba en otro aposento de la casa cuando escuchó al menos una detonación. Al llegar a la sala la encontró herida y de inmediato pidió ayuda.
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La Cruz Roja despachó una ambulancia, sin embargo, al ingresar los cruzrojistas a la habitación declararon a la mujer fallecida, debido a la herida que tenía al lado izquierdo del cuello.
El sujeto insistió de que posiblemente se trató de una bala perdida. No obstante, luego de que agentes de la Sección de Inspecciones Oculares y Recolección de Indicios del OIJ hicieron un minucioso estudio de la escena del crimen, se logró determinar que no fue un hecho fortuito sino más bien que el sujeto le habría disparado.
Para cuando los oficiales determinaron que era un femicidio y trataron de localizar al sospechoso, descubrieron que el hombre había huido hacia Nicaragua.
En ese país permaneció durante cuatro meses y regresó a Costa Rica hace diez días. El sábado anterior, oficiales judiciales lo ubicaron y detuvieron cuando caminaba por una vía pública en San Sebastián, al sur de San José.
El OIJ lo identificó como de apellido Dávila, de 39 años.
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Según datos del Registro Civil, Navarrete era madre de una niña de 11 años y de un menor de siete, este último procreado con Dávila.
Ella fue la primera mujer que perdió la vida por homicidio este año. Era oriunda de Golfito. Durante el 2020 fueron 62 las mujeres asesinadas y el el 2019 fueron 48.