Con mucho temor y en medio de los preparativos para el funeral, una allegada de doña Elizabeth Madriz Carranza, madre de cuatro hijas, comentó que la balacera ocurrida la noche del jueves en Hatillo 2 les arrebató a una persona honesta y trabajadora, quien falleció de manera colateral al quedar atrapada en el fuego dirigido a otro individuo.
Según rememoró, esta ama de casa, de 66 años, dedicó su vida al cuidado de sus hijas, a quienes, con gran esfuerzo, les brindó educación y las dejó convertidas en adultas de 40, 28 y unas gemelas 30 años. Asistía a la iglesia cristiana La Cosecha.
Justamente regresaba del culto y estaba próxima a llegar a su casa con una de sus hijas gemelas cuando a eso de las 9:55 p.m. sobrevino el tiroteo que cobró su vida y la de Jefferson Johel Ponce Ramírez, quien era el blanco de los gatilleros, que esperaron a que el joven saliera del colegio nocturno, para dispararle en múltiples ocasiones.

“Era una luchadora, fue madre y padre para sus hijas, pues le tocó velar por ellas desde pequeñas”, expresó la allegada, quien prefirió mantenerse en el anonimato debido al temor generado por la seguidilla de asesinatos y ataques a balazos en la zona. Esta señora aprovechó para solicitarle a las autoridades dar con los responsables y que la justicia actúe con firmeza contra ellos.
Doña Elizabeth tenía al menos cuatro décadas de residir en Hatillo 2. Era divorciada desde 1979 y originaria de San José. Su muerte se suma a una lista de 11 víctimas colaterales en los últimos dos meses. En ese mismo período, 23 mujeres han fallecido en hechos violentos.
Ella regresaba a su casa cuando dos sujetos en motocicleta que iban por Ponce Ramírez, de 21 años, dispararon indiscriminadamente contra él, dejándolo fallecido en la vía pública, pero también a dos mujeres heridas.
Doña Elizabeth y una joven de 20 años, de apellidos Valverde Hidalgo, fueron trasladadas por la Cruz Roja al Hospital San Juan de Dios, donde la adulta mayor falleció poco después de la medianoche, a raíz de un impacto en la espalda. La otra mujer se recupera de un balazo en una pierna.
La hija de doña Elizabeth, salió ilesa, porque al momento de la balacera su madre se puso frente a ella para protegerla.
Salir a la calle es un riesgo
Los vecinos que oyeron los balazos afirmaron que doña Elizabeth quedó gravemente herida junto a un poste, mientras que la otra víctima pedía auxilio en medio de la conmoción y aseguraba que le habían disparado. Agregan que ese sector no era tan propenso a balaceras, pero ahora ni siquiera se puede salir a la calle, ya que en cualquier momento una bala perdida podría alcanzarlos.
Casi cinco horas después de ese mortal tiroteo, a las 2:40 a. m. de este viernes, dos hombres a bordo de una motocicleta llegaron hasta una licorería en Hatillo 6 y dispararon indiscriminadamente contra un hombre de apellidos Morúa Torres, propietario del negocio, y otro de apellidos Redondo Araya, empleado del establecimiento.
Morúa tenía dos heridas en el muslo izquierdo y una en la parte baja de la espalda, mientras que Redondo presentaba un impacto en la costilla izquierda y otro en el tobillo derecho, por lo que fueron trasladados a la sala de shock del Hospital San Juan de Dios.
Además de estas dos balaceras nocturnas, el jueves a pleno día, a las 12:30 p. m., en la rotonda del antiguo Rancho Guanacaste, asesinaron a un joven de 19 años, de apellido Valencia. Según el OIJ, el joven se desplazaba en motocicleta junto a otro hombre cuando un vehículo los colisionó. Al caer al suelo, les dispararon. Valencia murió en el sitio, mientras que su acompañante resultó herido y fue trasladado al Hospital México.
Hatillo, al igual que San Sebastián y otros barrios del sur de la capital, es disputado por organizaciones criminales dedicadas a la venta de drogas, entre ellas la de los hermanos Lara Villanea y la de los Myrie.
El lunes pasado, a la 1:37 a. m., en barrio Chirivico, Concepción de Alajuelita, dos hombres fueron baleados en una calle donde la Policía encontró 120 casquillos. Las víctimas fueron Joshua Emmanuel Murillo Durán, de 31 años, y Daniel Alejandro Zúñiga Carballo, de 22.
Dos días después, en ese mismo cantón, pero en San Felipe, a 700 metros del Súper 77, asesinaron a Ana Patricia Gómez Mena, de 30 años. Pistoleros llegaron hasta su vivienda, ubicada en un precario, tocaron la puerta y, cuando ella abrió, le dispararon. En el ataque, una menor de 17 años, hija de la fallecida, también resultó herida.
Hasta este viernes, el OIJ registra 146 homicidios en todo el país, de los cuales 49 ocurrieron en la provincia de San José.
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