Dos mujeres fallecieron la madrugada de este martes en el Hospital Max Peralta, lugar al que fueron trasladadas luego de un tiroteo en el bar 70, situado 300 metros al oeste del centro comercial Metrocentro, en barrio Nazareth, San Nicolás, Cartago.
Según las autoridades, las víctimas fueron identificadas como Yerlania Molina Bolaños, de 23 años, quien falleció en el sitio por las heridas recibidas en la cabeza y, Heilin Fabiola Madriz Acuña, de 30, baleada en el tórax.
Con ellas ya son 13 las mujeres fallecidas por homicidio en los primeros 45 días del año, lo cual llama la atención pues en igual periodo del año anterior eran solo dos. En total, el OIJ registra 88 asesinatos en todo el país, seis de ellos en Cartago.
La balacera ocurrió a la 12:54 a. m., cuando tres hombres llegaron al sitio y desde afuera comenzaron a disparar, luego ingresaron al establecimiento y dispararon en múltiples ocasiones.
Además de las dos fallecidas, resultaron heridos un hombre de apellidos Lanza Meneses, de 35 años y dos mujeres de apellidos Brenes Zúñiga y Madriz Rodríguez, ambas baleadas en la espalda, por lo que quedaron en el Hospital Max Peralta. La Cruz Roja trasladó a varios de los pacientes, pero otros fueron llevados en carros particulares al centro médico.
De acuerdo con el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), Yerlania Molina era madre de un niño de tres años, mientras que Madriz tenía una hija de dos años y un bebé de siete meses. Ambas eran de Cartago y residían en Aguacaliente.
La mujer herida, de apellido Madriz, escribió la tarde de este lunes en sus redes sociales que se encuentra estable y con una nueva oportunidad de vida. Dice que lamenta la muerte de dos personas. Agradece a quienes le han escrito y le llaman para saber de su salud.
Agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) se trasladaron a la escena para recoger videos, casquillos y testimonios de testigos con el fin de dar con los sospechosos.
En el parqueo del bar quedaron gran cantidad de indicios balísticos así como un cargador de pistola 9 mm. Según dijeron algunos testigos a la Policía, dos de los agresores llegaron en moto y otro, al parecer, en un vehículo negro.
El director de la Fuerza Pública de Cartago, Erick Calderón, dijo que las fallecidas no habían sido investigadas por la Policía anteriormente y más bien se trata de víctimas colaterales, una de ellas laboraba en el bar y la otra estaba entre la clientela. Al momento en que llegaron los gatilleros, ambas estaban en la acera frente al bar, por lo que al oír los balazos intentaron en vano refugiarse adentro, donde las alcanzaron las balas.
Al parecer, los gatilleros serían miembros de una banda local que iba con la intención de asesinar a un sujeto que estaba en el bar, conocido como Gordo Julio, de unos 30 años, con quien tienen líos por territorios para la venta de drogas. A ese sujeto lo han detenido varias veces y la Fuerza Pública le ha decomisado armas y drogas.
La Fuerza Pública tomó control de la escena y activó los protocolos para atención de los heridos e hizo patrullajes en esa zona que está a un lado de la carretera que sale hacia La Lima, pero no fue posible dar con los asesinos.
Bala perdida atravesó el techo de una casa
Uno de los vecinos, que tiene 50 años de vivir en barrio Nazareth, habló de manera anónima con La Nación y contó que ya estaba dormido pero lo despertó la bulla porque vive como a 50 metros del bar.
Primero empezaron a sonar disparos aislados, pero luego una ráfaga como de 50 detonaciones. “Lo que hicimos fue ir a un lugar más seguro de la casa porque sentimos mucho temor”, dijo.
En la casa de un vecino de él, al otro lado de la pista, una de las balas percutidas en el bar entró por el techo, atravesó el cielorraso de la cochera y rebotó en una pared. El casquillo fue entregado también a la Policía Judicial.
El lugareño añadió que ese bar tiene menos de un año de estar ahí. Después de las detonaciones escucharon gritos, pero aún así ninguno de los vecinos salió, porque la balacera fue exagerada. “Ahí cierran tardísimo tipo 3 a. m. y la música suena fuertísimo”, acotó.
Dijo también que desde unos años para acá es muy común escuchar balaceras en el barrio, porque cerca hay in lugar donde venden drogas y que los lunes son terribles.
Afirmó que en el barrio están asustados, máxime que la gente sabe que aunque cerraron el bar por lo ocurrido, ahorita lo abren de nuevo.
Colaboró: Fátima Jiménez.