Los aguaceros propios de la estación lluviosa se han visto fortalecidos desde este viernes por la confluencia de otros dos fenómenos en las cercanías del territorio costarricense: la onda tropical No.5 y un sistema de baja presión perteneciente a la zona de convergencia intertropical.
Por estas razones, la Comisión Nacional de Emergencias decretó alerta naranja (de movilización o contención) para todo el Pacífico costarricense, la zona norte y la zona de los Santos y mantuvo la alerta amarilla (preparación) en el Valle Central y el Caribe.
De acuerdo con los datos más recientes del Instituto Meteorológico Nacional, la onda tropical cruzaba este viernes el territorio y el sistema de baja presión se ubicaba frente al Pacífico norte, lo que favorecía el flujo de humedad desde el oeste.
Aunque para el sábado la onda ya habrá dejado el país, el enorme manto nuboso y de tormentas conocido como zona de convergencia intertropical se mantendrá cerca, provocando aguaceros.
El IMN pidió especial atención en la península de Nicoya, el valle del Tempisque, la cuenca del río Sarapiquí, así como en el Pacífico Sur y Central, “debido a que estas zonas presentan saturación de suelos muy elevada entre el 85-100% lo que aumenta la vulnerabilidad del riesgo de incidentes”.
Debido a lo anterior, se recomienda precaución por saturación de alcantarillado en lugares propensos a inundaciones, prevención ante tormenta eléctrica, fuertes ráfagas de viento y eventual caída de árboles y del tendido eléctrico.
El Instituto estimó que, en algunos casos aislados, las ráfagas podrían alcanzar hasta 80 kilómetros por hora.
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Alejandro Picado, presidente de la CNE, informó que el jueves pasado los fuertes aguaceros se tradujeron en 76 incidentes por inundación en Garabito, Montes de Oro, Puntarenas, Esparza y otros siete cantones que no identificó.
En las comunidades afectadas colapsaron los sistemas de alcantarillado y se rebalsaron las quebradas, pero no fue necesario abrir centros temporales de acogida.
Además, este viernes por la noche, una persona debió ser evacuada por personal de Cruz Roja, luego de que la crecida del río Turrialba, en el cantón del mismo nombre, le impidió salir de su casa.
Picado urgió a los ciudadanos a adoptar una actitud vigilante en los próximos días. No circular por calles inundadas, no cruzar ríos crecidos o zonas propensas a deslizamientos y mantenerse atentos a las alertas emitidas por los diferentes cuerpos de seguridad.
Desde el 1.° de junio empezó la temporada de huracanes que se traduce, en promedio, en 14 a 16 ciclones en el Atlántico. De ese total, uno o dos podrían afectar indirectamente el país.